domingo, 2 de marzo de 2025

El horror de Talbot. 2 de marzo de 2025.

Borges halló el aleph en una calle bonaerense. Yo he vislumbrado una suerte de epifanía esta tarde. Temo que se parezca más a una tenebrosa aventura lovecraftiana que a un relato elegante del maestro. En cualquier caso, mis méritos distan de su pericia, lo que lamento, pues quisiera ser capaz de narrar el horror en su abominable espanto. Nada ni nadie podría alcanzar su terror, empero.

La única regla de la revelación es la certidumbre de la sorpresa; la vida muestra los caminos más profundos cuando cesamos de escudriñar el bosque oscuro frente a los ojos. Yo llevaba a cabo la rutina del día. Había hecho deporte y descansado. Decidí que podría ver algunas zapatillas, a ver si encontraba algo. Y he encontrado una criatura demencial que envenena mis pensamientos.

Estaba sobre un soporte banal, ni escondido ni expuesto. Atraía con su fulgor maligno algunas especies degradadas, pero ni siquiera ellas fueron capaces de percibir su mensaje de furia maligna. Yo me acerqué, imprudente, y su fealdad y su mensaje pavoroso han desplegado contra mí visiones reservadas a los místicos que hoy yacen bajo las arenas del desierto en formas desoladas y peligrosas. Su forma sinuosa, salida de mentes extraviadas que perviven desecrando la belleza ha causado una herida en mí que se abre más y más en un abismo inmenso. Sólo hace unas horas que la he visto y ya me obsesiona. No sé cuánto tiempo me queda antes de que infecte mi mente y me reduzca a su servidumbre. Entonces, sólo habrá un mensaje y luego silencio. Con acaso el último hilo de cordura que con esfuerzo logro tejer, os digo que nunca bajéis la guardia, cuidaos de observar las atracciones de criaturas terribles de más allá de nuestro tiempo y espacio y no dejéis que su melodiosa seducción turbe el juicio. Es muy tarde para mí. Por piedad, salvaos vosotros. Yo salgo a buscar a una abominación horrenda y maligna que deja mensajes desequilibrados plenos de estupidez y absurdidad. Caerá con estrépito. Escupiré sobre su tumba. Venceremos contra el horror de Talbot. 



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