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martes, 28 de junio de 2016

"El enigma perdido". Critica literaria

"El enigma perdido", editorial Avances, de Zongfar Gelmiun y Susan Arch

(Aviso, spoilers)

Felipe, un joven de la periferia de Guadalajara es animalista y del Getafe. Airado por la situación de un mundo decadente, se plantea escribir un manifiesto acerca de la situación en las escuelas y las granjas. Para darle más relieve planea el secuestro de un torero. Finalmente no lo logra, pero en su lugar secuestra a un banderillero, Alfonso. Durante las largas tardes encerrados en el garaje de sus padres sin más compañía que una Xbox, unas cervezas y unas latas de cruzcampo, las conversaciones revelan que el banderillero es vegano y anarquista. Las conversaciones hacen nacer una amistad y el manifiesto se convierte en el programa del partido "Vegetalistas Unificados Anarquistas" (VUA). El partido conoce un rápido auge pero conoce también las cloacas del poder. Yekaterina, una espía rusa (más tarde se revelara que es realmente de Tordesillas y rubia de bote) con la que se planteará un triángulo amoroso, les revela que ha conseguido un documento que se creía legendario; el plan Butreva, en el que Stalin aspiraba a construir una enorme nave espacial para llevar a Butreva, un planeta recién descubierto, el comunismo. Durante su investigación el FBI, la CIA, el antiguo KGB, el MI5, la TIA, la Asociación Nacional del Rifle y el grupo de coros y danzas de Villarrobledo, en Jaén (que guarda un turbio secreto) perseguirán a los protagonistas, que irán descubriendo documentos como el presupuesto de 2015 de los Illuminati, la espada de San Torcuato y las licencias de vuelo del Aeropuerto de Castellón. Finalmente, llegarán a Rusia y descubrirán el mapa que desvela la situación de la nave, en el fondo del lago Baikal, al que se accede por un ascensor secreto. Cuando llegan, conocen a Vladimir. Después de dormir (lo habéis pillao? cuñaaaaaooooo) este anciano científico les dice la verdad. Butreva fue un plan eliminado para construir tanques para combatir la batalla del Kursk. "Pero vive en vuestros corazones, si creeis en vuestros sueños y solo es derrotado quien se rinde y con diez se juega mejor que con once".

De vuelta a casa, Yekaterina abre una peluquería en Moratalaz. Alfonso se corta la coleta y escribe frases profundas sobre fotos de atardeceres y Felipe se decide a estudiar oposiciones. Antes de separarse se tatúan un símbolo babilonio de amistad y aventura (o eso les dice el tatuador, que lo vio en Yahoo), y a veces quedan en una azotea para recordar viejos tiempos en un tono crepuscular y ocre . Un día, a punto de despedirse, reciben un misterioso mensaje. La legendaria lista de la compra de Thomas Jefferson del 11 de Octubre de 1782 puede llegar a poder de Donald Trump. Con ese arma irresistible, el destino del planeta podría estar en peligro...

Continuará...




lunes, 13 de junio de 2016

Iniesta. 14 de junio de 2016

"La lleva unida al pie, como un equilibrista unido va a la muerte", cantaba Alfredo Zitarrosa a Garrincha. Andrés Iniesta no sufre el vértigo del extremo con un pie en la banda y el otro en el precipicio; él es un centrocampista que atrae y rechaza, para que otros lo persigan en un sacrificio inútil, un balón que siempre vuelve y que en sus pies es una brasa sagrada que ninguno de los rivales puede contemplar sin un asombro primigenio, mezcla de ansiedad y fascinación por ese fútbol mágico.

Como vivimos en un mundo de números, las cifras de goles y "asistencias" (concepto ajeno al juego hasta hace poco) se han convertido en una excusa para tratar de desentrañarlo. Pero hay algunos que muestran que el juego es infinito y que lo que una mente pueda imaginar ejecutado por una pierna sobre un balón, las estadísticas no lograrán constreñirlo.

No sé que hará España esta vez, ni lo que le queda a Iniesta de resistencia a la usura de los días. Pase lo que pase, voy a disfrutar cada lección y cada toque. Cuando acabe, quizá el juego tenga más magos que saquen su cabeza raída de peatón por encima de superatletas construidos de hierro forjado. Y brindaré por los días ya idos viendo el incendio de aquella Alejandría que pierdo para siempre y portadas que solo aspiran a teorizar a partir de dos dígitos caprichosos.



Hace unos minutos los "líderes" (¿no es ésta denotación  una contradicción con la noción democrática?) combinaban el cinismo y la candidez en la medida de su pasado y sus intereses inmediatos. Ambos son impostados. El cinismo es indiferencia hacia las preocupaciones de los ciudadanos y la candidez es un ofrecimiento de un paraíso terrenal improbable en cuanto se ajusten un par de bielas. Ambas se insertan en una tradición histórica española desagradable y que se ha mostrado como una ley de hierro: la falta de honradez y probidad en la vida pública del pueblo y su incapacidad para la exigencia de esas virtudes cívicas más que en situaciones de apuro. Y como todos pretenden ignorar que la res publica no se sostiene sobre la honestidad del gobernante sino sobre la virtud cívica de los gobernados, buscan un Andrés Iniesta que de pases que superen dos líneas defensivas en lugar de aceptar un rol de sudor y privación, en fin, generosidad. Pero los sueños fútbol son.