Porque hace ahora más frío en esta ciudad ciega
Y la oscuridad taimada
repta bajo los portones
Los cables sucios
se agotan de noticias viejas
Y sin remordimiento se
exilian los gorriones.
Porque en medio
del camino alzamos desatados
Los brazos en
busca de un abrazo que abrase.
Porque la primera
hora de todas nuestras vidas
Ya sabe como será
cuando el destino nos alcance.
Porque las
portadas amanecen airadas
Y silba en la
galerna un lamento sin nombre,
Mientras
emboscado entre las nubes negras
Y cortinas de lluvia,
el cielo azul se esconde.
Porque los mares
de piedad yacen cautivos
Y congelados en
los ojos cárdenos del odio
Y en los bosques
futuros la bruma avisa el día
Tras el que no
habrá nada que quede de nosotros.
Porque hay
siempre alguien que muere deshojado
Antes de que el Señor
del tiempo reclame su cosecha
Y los demás
bailamos entre el trigal los ritos
De la comedia
humana, desventurada y bella.
Porque mi calavera no tendrá cicatrices
Pienso y bebo
estos versos que lanzo hoy al olvido
Y cuando el rayo
hiera y el desierto ilumine
Sabréis que
estuve aquí, sabréis que ahora estoy vivo.
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