Somos guiris y orgullosos de serlo. Como mostrar importa más que hacer o ser, hay que contar el cuento. He dejado de contar todas las inanidades vistas, leídas, compartidas o perpetradas acerca del tema. Así que voy a añadir las mías.
Como el presente es intrusivo y abrasa, requerimos novedades. Marco Aurelio, que decía que quien ha visto un día en la vida de un hombre los ha visto todos, hoy sería un cuñado. Lo importante es contar al mundo (como si le importara) como somos, todos en manada.Son peculiaridades de unos pocos para explicar algo que solo leen los que ya lo saben, y comparten para que se lea en círculos, o en el peor de los casos, para que otros confirmen los estereotipos previos. Pocos parecen darse cuenta de que si soy diferente a ti es porque tú eres diferente a mí. No se trata de eso, claro, Diferente quiere decir mejor. Y expatriado quiere decir víctima. Las palabras son libres y cada uno puede usarlas como quiera. Mis abuelos, mis padres, que tuvieron que currar en cadenas de montaje, fruterías, fregando suelos porque necesitaban dinero y se alejaban de su vida, eran emigrantes, para mí. Yo soy un afortunado que he recibido una oportunidad que miles mejores que yo en mi país no han tenido.
En fin, solo es una opinión. Yo también soy enfermo de novedad, presente, actualizaciones. Y he escrito esto porque hace tiempo que no juntaba letras y porque me parece que vivimos una realidad donde la queja se ha impuesto a la madurez.
Dundalk ofrece comida de distintos países para confortar su identidad quebrada y yo me duermo sin saber que decir.
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