No es que fuera fan de su música, pero eso no importa. Hoy hemos conocido que Pau Donés ha muerto y uno siente que el pasado cada vez queda más lejos. De todas formas, hay que hablar de él y no de uno usándolo como excusa. Creo que, como Kiko Veneno, trataba de capturar la sencillez de la alegría en melodías simples y textos que buscaban el vitalismo que cada vez vamos perdiendo más.
Me ha impresionado ver su último vídeo. Admiro la valentía de alguien que se muestra así, sereno aunque la mueca del fin cercano trate de someterlo. Apela a un miedo muy profundo que he sentido viéndolo tratando de ayudarme a vencerlo con su pasión por la vida y su mirada, intensísima. Parece querer beber toda la luz del mundo antes de que se apague. En un mundo tan agriado por la desesperanza, el miedo y el resentimiento, acaso solo tres emanaciones del lado oscuro de la fuerza y de la historia, un ripio y una invitación a bailar pueden ser el hacha con el que tratar de quebrar nuestra mar helada. Descansa en paz y que la tierra te sea leve. Muchas gracias por todo, por la bravura y la alegría especialmente.
Dundalk derrama nubes oscuras contra la tarde, como un preludio de la vida. Pero hoy hay un motivo más para pelear y para disfrutar cada segundo mientras lo hacemos. El viento que azota también sabe acariciar y el horizonte salado de la ría se enciende con un fulgor imposible.
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