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martes, 29 de agosto de 2017

29 de agosto. Noches y días.

Descubro esta pintura en twitter, via @fantantonio:29 de agosto "Una noche en el mar", de Montague Dawson.





Me fascina su movimiento, sus personajes que llevan a cabo una tarea tan ardua y dificultosa y a los que envidio. Su luz declinante, la tensión de las jarcias y las drizas, la cubierta resistente y húmeda, las impetuosas olas y un horizonte invisible.

Quizá eso echamos en falta, la pérdida en lontananza de un horizonte que nos impele a su búsqueda por la atención al momento, la liturgia del presente y el afán del ahora.

Y el mar, la cumbre, el paisaje desolado,la soledad amada. Quizá soñamos con retiros y naturaleza salvaje porque su eco es el de la vida y no el indiferente de la naturaleza humana. Los otros también sueñan estar allí, también solos. Y mientras divagan singladuras, no nos oyen. Quizá haya que oponer a la somnolencia de las noches inventadas la amabilidad de los días en los que permitimos a los otros tener sus propios sueños mientras ocupamos un rincón para cuando decidan volver. El ego que nos aplasta hoy así sería alimentado para la cosecha y no para su diezmo. En fin, que sé yo. nadie dijo que fuera fácil y si lo fuera, quizá estas líneas breves no se estarían formando para tirarlas al mar de Internet dentro de una botella traslúcida.

Vista la pintura, sentido el rumor de los rizos de su mar, vuelvo al mundo más descansado, como tras haber vuelto de ese desierto que cubre tantas cifras desconocidas. ¿Acaso tuvo alguna vez otro propósito el arte?

Dundalk es el final de un ría pausada. Pero la posibilidad de una isla más allá del horizonte observable pinta noches de mar en nuestra imaginación despierta.

martes, 22 de agosto de 2017

Don Quijote y el Ángel Nuevo. Veintidós de Agosto.


No, no voy a hablar del reventao ese que anima a los yihadistas a darse de hostias con él uno por uno y a cara descubierta. Ni a dar soluciones que no tengo ni creo que sean posibles. Solo quiero pedir por las nuevas víctimas del recuento inagotable en Barcelona del angel de la historia que no puede hacer nada.  

Hay un cuadro de Klee (1920) que se titula Ángelus Novus. Se ve en él a un Ángel al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava su mirada. Tiene los ojos desencajado, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas. Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso

Walter Benjamin

Como antídoto, solo se me ocurre la visión de la vida y la verdad como un poliedro de distintas caras en el que no todos vemos las mismas cosas. Tomando las palabras de Milan Kundera quizá se podría llamar a eso "la desprestigiada herencia de cervantes" o en otras palabras, la ambigüedad inevitable de la vida y nuestras experiencias.

Cuando Dios abandonaba lentamente el lugar desde donde había dirigido el universo y su orden de valores, separado el bien del mal y dado un sentido a cada cosa, don Quijote salió de su casa y ya no estuvo en condiciones de reconocer el mundo. Este, en ausencia del Juez supremo, apareció de pronto en una dudosa ambigüedad; la única Verdad divina se descompuso en cientos de verdades relativas que los hombres se repartieron. De este modo nació el mundo de la Edad Moderna y con él la novela, su imagen y modelo.

Comprender con Descartes el ego pensante como el fundamento de todo, estar de este modo solo frente al universo, es una actitud que Hegel, con razón, consideró heroica.

Comprender con Cervantes el mundo como ambigüedad, tener que afrontar, no una única verdad absoluta, sino un montón de verdades relativas que se contradicen (verdades incorporadas a los egos imaginarios llamados personajes), poseer como única certeza la sabiduría de lo incierto, exige una fuerza igualmente notable.

¿Qué quiere decir la gran novela de Cervantes? Hay una abundante literatura a este respecto. Algunos pretenden ver en esta novela la crítica racionalista del idealismo confuso de don Quijote. Otros ven la exaltación de este mismo idealismo. Ambas interpretaciones son erróneas porque quieren encontrar en el fondo de la novela no un interrogante, sino una posición moral.

El hombre desea un mundo en el cual sea posible distinguir con claridad el bien del mal porque en él existe el deseo, innato e indomable, de y juzgar antes que de comprender. En este deseo se han fundado religiones e ideologías. No pueden conciliarse con la novela sino traduciendo su lenguaje de relatividad y ambigüedad a un discurso apodíctico y dogmático. Exigen que alguien tenga la razón‑ o bien Ana Karenina es víctima de un déspota de cortos alcances o bien Karenin es víctima de una mujer inmoral; o bien K., inocente, es aplastado por un tribunal injusto, o bien tras el tribunal se oculta la justicia divina y K. es culpable.

En este "o bien-o bien" reside la incapacidad de soportar la relatividad esencial de las cosas humanas, la incapacidad de hacer frente a la ausencia de Juez supremo. Debido a esta incapacidad, la sabiduría de la novela (la sabiduría de la incertidumbre) es difícil de aceptar y comprender.


Milan Kundera

Claro que no vale todo; es imposible comprender los ángulos problemáticos sin aceptar la existencia de la línea. Hay valores que deben ser firmes y aceptados por la comunidad a través de la deliberación y la razón. Y los únicos culpables son los asesinos. Pero se me ocurre, y sé que no pasará y si pasara no valdría, que la aceptación de la incertidumbre, la ambigüedad e incluso el riesgo harían de nosotros personas más sanas, no para evitarlo todo, sino para evitar caer en lo que el terrorismo quiere: división, terror paralizante, reacción impulsiva e irracionalidad pública. El estigma de la duda y de su compañera la reflexión a manos de las exigencias de expansión del ser no nos traerá nada nuevo ni bueno. No creo que Cervantes, con sus espejos y juegos acerca de la verdadera realidad de las cosas quisiera dejarnos mensajes de vida. Pero la sabiduría y la experiencia pueden destilar de una vida de sufrimiento, cautiverio, deudas e ingratitud valiosas lecciones en manos de quien se atreve a pensar y con ello arroja fuera de sí su miedo a la libertad. Ese miedo a la libertad que pare tedio, alienación, terror y temblor. Esa incapacidad para ver matices en las situaciones y con ello alienta la ira que crece hasta ser el vendaval que  impide al ángel de la historia cuidar de sus víctimas.

Que la tierra les sea leve.

domingo, 13 de agosto de 2017

Juntos, pero sin apretar. 13/08/2017.

Pues sí, yo también he visto los sucesos en USA, y también me ha sorprendido la respuesta de su Presidente, sorprendentemente tibia, acerca de todas las violencias y que está muy mal que la gente no se quiera. Algo si me ha parecido relevante, porque lo firmarían muchos: su apelación a una unidad esencial.

Está claro que la unidad es deseable para la convivencia: redactar unas normas entre todos y asumirlas. Sin embargo, cuando la unidad se pretende de individuos esencialmente iguales, deviene en el supremacismo que ha causado estos disturbios. Parece una tendencia contemporánea formar tribalmente grupos unidos en torno a puntos de vista cerrados. Como explica Manuel Arias Maldonado en La democracia sentimental, esos puntos de vista crean morales que ligan a los miembros de un grupo pero lo aísla de otros. La unidad es esencial en valores que deben protegerse para que la vida social pueda subsistir. Pero si se pretende una unidad moral, espiritual o de valores, la exclusión es inevitable. Y los conflictos que devienen de ello no serán causales. Como dejó escrito Aristóteles,

al avanzar en este sentido y hacerse más unitaria, ya no será polis. Pues la polis es por su naturaleza una cierta pluralidad, y al hacerse más una dejará de ser polis y se convertirá en familia (...). De modo que, si alguien fuera capaz de hacer esto, no debería hacerlo, porque destruiría la polis (...). Una polis no resulta de individuos semejantes. Una cosa es una alianza militar y otra una polis (...). En el mismo sentido diferirá la polis de la tribu (...). Por lo tanto, de todo esto es claro que la polis no es tan unitaria por naturaleza como algunos dicen, y que lo que llaman 'el mayor bien de la polis' la destruye" (Política)

Pobre Aristóteles, hablando mal de las tribus. Ahora hay que elegir la tuya y pensar que todos los demás ven las cosas de otro modo porque son imbéciles.

Humildemente, lo que necesita quien sueña con un mundo unificado, estable y basado en la armonía esencial es un libro de Historia y más escuela. Y si sale a amenazar a sus conciudadanos, un poco de violencia legítima del Estado para proteger a los débiles y las minorías. Claro que cuando la violencia se privatiza, la guerra civil soterrada parece difícil de prevenir.

Tampoco debería ser tan difícil joder. Respeta, cumple las leyes, trata de convencer a otros si no te gustan y deja de ser un garrulo.


Dundalk me mira, diferente como somos, con la sabiduría irónica y tranquila de quien ha visto mucho.

jueves, 3 de agosto de 2017

Ola k ase? Cumpleh el fair play financiero o k ase? 3 de Agosto.



Pues sí, yo también voy a hablar de Neymar. No de su incuestionable calidad deportiva (potenciada exponencialmente cuando se iba ganando 3-0 a Leganeses y Sportings de Gijón, con todos mis respetos para esos equipos) ni de su gusto por el dinero (no vino de Brasil a Barcelona porque sintiese la llamada del honor, joder). Lo que me ha fascinado más de todo lo que llevamos es el concepto, el conceto apasionante de "Fair Play financiero".

Veamos: el fútbol y sus clubes acumulan una deuda inmensa, exigen y consiguen rescates públicos, promueven competiciones con una desigualdad de ingresos y posibilidades bestiales, se demoran en sus obligaciones tributarias, maltratan a sus seguidores fieles que no tienen capacidad económica suficiente para seguir su ritmo enloquecido (esto es, a todos), se entregan en brazos de dudosos "inversores", conducen discursos públicos y privados que niegan cualquier esencia deportiva, manipulan a los aficionados, practican la contabilidad creativa y en definitiva son empresas de entretenimiento sostenidas por la pasión irracional que lleva a entregarse al dinero en cualquier forma que se presente. Y ahora vienen y nos hablan de que hay que cumplir "fair play financiero". Es de coña. Es como si en la Fórmula Uno pusieran a un coche de la guardia civil a correr con los monoplazas para ir poniendo multas por exceso de velocidad. Y por supuesto, se aplica solo entre clubes ultraricos que pueden permitirse operaciones disparatadas.

En el fondo, parece bueno para despertar de esta locura que ya dura demasiado tiempo, convirtiendo un juego de tahúres aficionados a lo ajeno a usar dinero turbio para ganar influencias en un espectáculo a primera vista esplendoroso y apasionado. No lo creo así; la capacidad de adaptación a la locura colectiva es asombrosa.  No hay deporte sin superación, respeto para el vencido, ni aceptación. Hoy solo cuenta la victoria perpetua porque somos los mejores, esencialmente mejores, y cuantiosas ganancias derivadas de ese deseo masivo. Me pregunto que hará el poder cuando la mayoría se de cuenta de que vemos algo que en esencia no es real. Quizá ese día nunca llegue, y puede que sea mejor así. Todas esas críticas al deporte moderno se pueden trasponer sin dificultad a la vida que se nos enseña, y es demasiado incómodo aceptar vivir entre mentiras. Y además, a pesar de los pesares, el fútbol es otra tracción más de la infancia recuperada. Contra eso es difícil luchar, quizá no se deba.

Dundalk ha oído las cifras del fichaje de Ney, se ha puesto el chándal y ha salido a calentar, por si pilla algo. Cuando llegue, haré lo mismo y trataré de conseguir contactos. Neymar senior, si has leído esta entrada, por favor, Papa llama.

martes, 1 de agosto de 2017

Uno de Agosto. Lo incierto.

Escribí esto hace muchos años, cuando sentí pena por Eddard Stark y el invierno empezó a ofrecer signos. Hoy, esperando que lo incierto muestre un buen camino, lo transcribo, modificando un poco y esperando que os guste.





Es invierno ya aquí, y las plomizas nubes
Bailan mientras silban azules las ventiscas
Como invisible aliento del adusto norte
Poblado aún de fábulas y de mitologías
En las que aún seres de bruma, nos dicen, intervienen
En los resquicios de nuestros lentos días,
Para ser sombras sin voz que sueñan sus recuerdos
Y nos muestran un mundo tras el cierzo. Somos otra mitología
De tiempo agotado, sepultado en la nieve
Y en la sombra del vapor y en las ruinas heridas.

Cuando el frio de Dundalk enseña su sonrisa desdentada
Me gusta mirar fotos de la tierra que una vez fue mía
Y aunque sé que sus terrazas y cielos me mienten,
La piedra labrada y los campos  ondulados iluminan
Rincones de estancias que perdí hace algún tiempo
Y los cubren de dulce serenidad que pensé ya ida.

Y siento las derrotas de lo que nunca hice, pero también las cumbres
De la vida feliz que imagino que tuve y que volverá conmigo
Las coronas de espinas que abrasaron mis sienes ya cansadas
Y los laureles que las renovarán tras afrontar la muralla del destino.
Con algunas piezas rotas y otras aladas en paz, esperaré
A que la muerte, amablemente, los recoja en su hato
Y envuelva en su capa de apacible calor mis restos encogidos.

¿Por qué caigo en este burdo embrujo? No lo sé.  Andar quisiera
Sintiendo la hermosura de la tarde cuando recuerdo mis antiguos juegos;
Mi habitación se transformaba en lo que estuviera leyendo, ignorando
el resto que no fuese lo que yo alumbraba
Y no había angustias ni urgencia en mi deseo.

Allí hoy quizá resuenan otros pasos, huecos, alejados
Como estos versos, erráticos e ilusos, conjurando en la selva la era,
En el molino la torre y en las sábanas el bajel atrevido.
Hoy todo será quedo y mustio, como en las residencias.
Soñando en brazos del recuerdo otro sueño de vida.
Y la vida recordará el sueño de los otros, y un cincel en la piedra
Esculpirá lo que todos quisimos levantar y hoy vemos desolado
Frágil como la tierra fértil entre la mala hierba.

Yo desearía soñar incluyendo esos pesares, y nostalgias
Y la frustración del joven y la rabia del niño, 
y haciendo un amasijo, lograr arrebatarlos
Del alma atormentada con que nos manipularon
Y hacerlos dormir bajo la helada silente
Con la armonía que los que nos quisieron nos legaron.

Tengo estos sueños dulces y suaves porque lo ignoro todo
Y trato de repetir dos baños en el río
Pero las parcas inevitables impiden el conjuro
Aunque entre sus ondas frías, impasibles, resisto.

Y pasa el tiempo y yo con él. Giro mis ilusiones
Contra la liquidez del ahora y sus exigencias
Creyendo que algún día
Será un día feliz, gustoso y leve como licor de manzana
Y la garganta se volverá a embriagar de aquella dulce esencia.
Y sonreiremos
Y olvidaremos
Y los otros nos darán su calor y dejarán que lo demos
Hasta que una dama pálida, amablemente,
Busque el camino de casa y pronuncie mi nombre
Y envuelva en su manto de eternidad mis encogidos restos,
Que habrán sido felices por conocer postreramente un mundo apasionado
Que mis ojos sabrán reconocer cuando el sol lo ilumine
Como algo que nunca perdimos y refulja renovado
Y al fin abrevará pausado en su íntimo ritmo, resistente, limpio
Las cosas que desde siempre hemos anhelado
Y nunca conocimos.