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viernes, 27 de enero de 2023

Gríngolas. 27 de enero (Don Quijote marihuana*).

Se ha gastado mucho tiempo, mucha tinta y mucha paciencia en discusiones de todo tipo con quienes no son capaces de ver la realidad. Van como caballos con gríngolas, sólo viendo lo que ocurre cuando es tangente a su imaginación limitada, la visión periférica de su rencor. Lo demás no existe, porque no puede existir sin derribar los castillos de naipes en los que han decidido vivir para salvaguardar la imagen de sí mismos.

La mayoría, quiero creer, adoptamos puntos de vista de acuerdo a nuestra experiencia. Hay otros que quieren modificar la experiencia de la realidad en la realización de quimeras. Y de ahí al lago de sangre de Macbeth hay un salto no muy grande. Porque hay quienes creen que la Idea es buena si se aplica bien y son quienes la aplican  su problema, ignorando que lo que llaman su ideología es un puré emotivista de imágenes reconfortantes a una sensibilidad previamente moldeada por el espíritu del tiempo, la voluntad de poder y la flaqueza humana, que requiere otra vuelta de tuerca tras cada fracaso inevitable. La imagología, el resumen de un resumen de un resumen de un resumen de una teoría compleja, al poder. 

La propaganda es un problema, claro. Te halagan para que creas que la mentira es tu verdad y es una verdad que te hace sentir bien. Te convencen de que tu angustia tiene un propósito y tu enfado un culpable. Te llevan, ellos, que no son nadie, es el abyecto espíritu gregario que se devora a sí, a creer que tú podrás vencer lo que no fue vencido, acallar lo que lleva resonando desde antes de que el primer humano viese el primer sol. Y así van algunos, con las gríngolas del caballo, tomando su visión estrecha en la que solo cabe lo que quieren ver como la auténtica. Pero lo peor es que se han convencido de que están en la luz.

Ya no hay luz aquí. Ha caído la noche otra tarde más y la brisa refresca la calle y la oscuridad envuelve las grúas y las vigas de los edificios aún desnudos. Las vías de tren se llenan de bruma y más allá de donde nace la niebla, nuevos fantasmas despiertan.



*PS, el segundo título de la entrada fue añadido con propósitos de clickbait y marketing. Jugada maestra.

domingo, 22 de enero de 2023

La fiebre del oro. 22/01/23.

El domingo de la existencia lleva en sus alas también la contemplación de lo bello y el descanso amable del arduo caminar en pos de otro día. A veces siento que hemos pasado tanto tiempo lejos de casa que solo anhelamos volver a ella y no sabemos encontrar el camino; las pisadas las cubrió la nieve y hace cada vez más frío. Tampoco es que sea un drama: no queda más remedio que llegar a donde nos esperan. 

Cuando llegue la fiebre del oro...vende las palas (During a gold rush, sell shovels) dicen, y en esta quimera del oro perpetua, parece una estrategia no solo astuta, sino sabia. Allá quienes quieren llegar los primeros a la veta y se angustian pensando que acaso cuando ellos triunfen otros miles habrán agotado el metal, es mejor contemplar los propósitos afanosos con distancia y sabiendo que lo más valioso de cada uno es, debiera ser, ser capaz de cambiar el rumbo, por dificultoso que resulte.

El té aún humea, la luz se escapa hacia las espaldas del mar y horizontes que no he visto pero que serán igual a los otros. Mañana habrá que pelear también, pero que sea por el alma. Nuevas auroras que aún no han despuntado, nuevos campos que cubrirá la escarcha mientras el sol los acaricia para hacer una melodía agridulce con el calor y el frío. así es mi vida, así es toda existencia, imagino; el reto de conseguir encontrar un matiz diferente a lo que no tiene más remedio que repetirse. Tratar de encontrar oro puede ser eufórico, pero también te posee como una fiebre que nada puede apagar porque lo que la remedia la estimula. Vende las palas y contempla, oye la música y el silencio de la naturaleza, acaricia a un animal dormido, contempla la lluvia desde tu ventana, respira y despierta.

La noche cerca los neones. Una brisa fresca acompaña al río hacia el puerto, donde las grúas se desperezan allá lejos. El triunfo no es llegar a dirigirlas, sino verlas con un alma en paz, ganas de sonreír por lo que queda y saber que aún quedan fuerzas para resistir al paisaje moral que, con el deseo, aviva el miedo y derrotar a la fiebre del oro, el temor, el rencor y el desprecio con un espíritu en paz.






miércoles, 18 de enero de 2023

Villanos honorables. 18 de enero.

No diré la película, por aquello de los destripes. Además, ocurre en muchas, y especialmente en las que se ponen como tarea enderezar el mundo (los documentales, el género de ficción más deshonesto y simplón). En fin, lo que venía a contar: siento más simpatía por el villano contumaz hasta el final que por su tropa cercana que aspira a estar en cada momento en el bando que va ganando.

No quiero ser cínico; creo en la redención, pero en la ardua y dificultosa, no en la iluminación súbita que coincide con una reevaluación estratégica. En fin, en esta época en la que la hipocresía imita a la virtud para suplantarla, concuerdo absolutamente con Saramago en su elogio del mal ladrón en la cruz. Él no cambió su apuesta cuando iba a perder.

Vivimos tiempos interesantes. Esperamos el fin de todo y peleamos por la comodidad. La semilla de la insatisfacción parece haber germinado en un campo feraz, nuestras ilusiones infinitas. En ese páramo que una tormenta lejana ilumina, la virtud exaltada y la voluntad de destrucción prosperan, disputándose el alma. Puedes servir al diablo o a Dios, pero por favor, no seas gregario y temeroso. Hazte dueño de ti.

Todo se puede entender. Parecemos sentir el inminente final de todas las cosas y que escudos invisibles nos protegen y dan lustre...es fácil buscar lo que renta, lo que agrada, lo que vence, signifique eso lo que quiera significar,y observar la veleta antes de mirar hacia cualquier lugar. Es mejor ser un villano honorable que una marioneta de la circunstancia, eso creo.

Pero el mundo del dinero, del éxito, es como cualquier otro: su hipertrofia es gris, siniestra, triste. Hace de nosotros medios para el disfrute de cosas lejanas que al ser poseídas se despojan de encanto. Acaso es esta la villanía, la mediocridad, despojarnos de lo real para vivir una existencia vicaria, más promisoria, siempre vacía. El atentado contra el espíritu es buscar lo que nos aleja de nosotros en nombre de promesas ajenas.

Supongo que en la incertidumbre hay que tratar de prosperar. Ser medios para otros propósitos más genuinos: construir con los defectos comunes castillos de arena algo más rotundos y saber que no resisten muchos embates, sin embargo. La entrada hoy se ha ido como un arroyo revoltoso por laderas sinuosas y terraplenes extraños. Y así quedará.

Una estrella temprana clarea el azul de la tarde, que oscurece como si nos adentrásemos en abismos marinos. La noche nace otro día más, llevando en alas del viento las palabras hacia la mar ignota y sembrando de mañana y luz una tierra que ahora se encoge como un animal herido.




domingo, 15 de enero de 2023

Portavoces de nada. 15 de enero.

Me figuro que siempre ha sido así. Quien tiene una voz más potente, un pedestal más alto, más gente alrededor...trata de extenderla a los que le rodean, uniéndolos en lazos irrompibles. Es un problema, claro: si la masa no tendiera a la igualación de sus miembros más estúpidos el concepto demagogia no tendría ningún sentido.

Quiero decir, no me angustia en absoluto vivir en un mundo hiperconectado donde abundan influencers, portavoces, activistas,representantes, agitadores de conciencia. Me preocupa que parezca haber tanta gente deseosa de ser influida, movida, agitada, voluble en sus puntos de vista, ávida de ser parte de la mayoría del momento presente. Así suele morir la libertad personal, en la inundación de la virtud pública, agresiva, usurpadora de las voces en un trueno arrasador.

Qué se le va a hacer. Vivimos en una era dorada de los eslóganes. Supongo que hasta cierto punto son necesarios, siendo animales ultrasociales. El asunto, me parece, es que esconderse en la voz de otro permite evitar cualquier decisión, la iniciativa y ser arrastrados como hojas al viento, con miedo a la libertad y levedad del ser. Pero hacerse responsable de los propios actos es un privilegio que no debemos olvidar. Ha costado mucho, y a muchos, llegar a conseguir ser presos de nuestra libertad.

La tarde viene con nubes extensas suaves. Se extienden sobre la ciudad hasta donde alcanza la vista. Son la cúpula puntual donde los susurros de las libertades de los que caminamos insignificantes se unen a la luz, el zurear de las aves, la caricia del viento, ahogando a los portavoces de nada, de la nada, en una armonía apenas inaudible, pero que va conmigo. Mi corazón la lleva.


martes, 10 de enero de 2023

La misma lluvia. 10/01.

Lloviznea, y las suaves gotas tejen una cortina, más allá de la cual está la tierra de los sueños. El ritmo de la vida decrece y la oscuridad se arrebuja, dejando algunos resplandores mágicos en algunas esquinas del ocaso, para que el secreto nos llame más poderosa, vehementemente.

La cuenta atrás se acabó, ya dije. Su rumor se fue diluyendo en instantes y reflejos, la deliciosa forma de ver llegar el deseo mientras lo demás se aleja. Hoy ya viene un tiempo nuevo, pues me figuro que esa es toda vida: recomenzar. Y con la lluvia es una pasta de irrealidad y fantasía. Me gusta ver así.

Yo no sé si es algo mío, pero me malicio que debe ocurrirle a muchos: creer que la ficción entraña una realidad más honda y que la realidad es en parte un decorado de ficciones me ha ayudado a sobrellevar la existencia. Como si vivir en la duermevela constante fuese preferible a la frialdad del mundo y la aridez del deseo perpetuo, he imbricado mis sueños a lo que me ocurría, y aunque he perdido energía en mis propósitos, todo lo que perdí lo he recuperado en anhelos inocentes que me han aligerado la carga de no poder no ser yo.

'Eres lo que falta a todo. Eres lo que falta a cada cosa para poder amarla siempre', escribió Pessoa, 'y si acaso hablo con alguien lejano y si, hoy nube de lo posible, mañana cayeras, lluvia de lo real sobre la tierra, nunca olvides la divinidad original de mi sueño'. Humildemente, persigo lo mismo. Proteger la divinidad original de mi sueño de lluvia dulce contra la calima ardiente, sofocante,de lo que existe para estar incompleta mientras devora lo que busca. Ese deseo incoherente y seductor que ha arrastrado a tantas mentes al delirio.

El crepúsculo ha desaparecido, después de un guiño breve de luz, acidulado por el ritmo lento de la lluvia.  La misma lluvia, el mismo día, buscando que busquemos el detalle que los hace únicos, para siempre. Tras la ventana las luces, las gentes, las aves, la bruma, las olas del río hacia el mar pasan. El tiempo se acumula en instantes que se rompen en el espejo de la percepción para que cada uno escoja el que desee y haga brillar sus lunas quebradas con la luz que pueda. El cielo es un techo cercano, y si más allá de todos los techos hay algo más, le pido que para poder soñar, siga soñándome.






jueves, 5 de enero de 2023

Cuentas atrás. Día de Reyes de 2023.

Va siendo hora de volver. A casa, a mi otra casa, a un lugar más allá del mar. Adiós a todo eso, feliz reencuentro con aquello. Hay algo feliz en despojarse de rastros, en lugar de acumular jirones de identidad asfixiantes. Es hora de partir; viene a decir que es hora de culminar una cuenta que se acaba.

Creo que a todos nos pasa, acumulamos lugares, personas, momentos en los que dejamos un rastro, a veces una mancha, ay. Luego, el tiempo fermenta las sensaciones y las da a florecer o marchita el futuro incierto hasta que nos alcanza. Parece que pronto todo se olvida. A la vez, todo se queda en los afluentes de la memoria, dormitando, pero presentes. Nadie puede arrebatarte lo que has vivido. Y eso, como todo, nada vale. Puede ser la mayor bendición o la maldición más siniestra.

No me gustan las cuentas atrás. Me resulta más evidente incluso lo precario del tiempo, cuán rápido huye y mi incapacidad de sostenerlo. Sólo queda esperar que en el futuro germine y el hoy haga un mañana, si existe, mejor cuando llegue su hoy, y un recuerdo amable. Lo demás es silencio.

Hoy, el día de ilusión, la niebla difumina las torres y los árboles, los paseantes no saben quiénes son y los muros son blandos. Todos andamos inmersos en la bruma, esperando la llegada de la luz y la inocencia que nos permitan seguir leves, como dentro de un sueño.

Lo que te otorgará el instante, la eternidad no sabrá dártelo, dijo alguien. Eso también pasará. Pero aún no ha llegado.






domingo, 1 de enero de 2023

Uno de enero. 01/01.


No habrá poder sobre esta tierra

Que diluya lo que viviste en aire.

El vino de la experiencia es agrio algunas veces

Pero posa indeleble la flor de aquella sangre.




Sal y busca en la noche la estrella que más tiembla,

Para que su reflejo titile sobre el agua

De lo que elige el sueño, solo escoge el destello,

Su fulgor desatado hecho de tiempo y magia.




No habrá poder que deshaga el conjuro inasible

Del laurel y la espina inscritos en la piel

En cicatrices, sonrisas, suspiros y abandono,

En la memoria robusta de desengaño y placer.




El libro del pasado escribe la memoria

En palabras cansadas que olvidan lo que nombran,

Enmarca sus trazos ciertos con la herida del alma

Para que no se oscurezcan entre un mar de sombras.



Y al fin, camina hacia lo incierto con coraje,

Muerde las manzanas de los jardines de sol,

Guarda en el corazón la plata del ocaso

Y anuda tu mirada al alba de tu amor.