La primera de las fuerzas que mueven al mundo es la mentira. Porque imaginamos realidades etéreas para organizarnos mejor,porque la necesitamos, porque tenemos miedo. No hay apenas un titular que no esconda con palabras una realidad más sucia. Tolstoi escribió que la gente se enamora porque se esfuerza en ver la mejor cara de quien se esfuerza por ofrecerla. Supongo que pedimos engaño para consolarnos a quien no puede ofrecernos la verdad porque en ella no hay oxígeno que respirar, después de tanto tiempo.
Vivo en un palacio de papel, con vigas de cartón, y los bichos lo roen. Algún día caerán sobre mí, livianas, inocentes, y se preguntarán porque la tinta que contienen camuflaba lo verdadero en nombre de lo deseado y desangraba la rosa sobre la cruz del tiempo. Quizá no quede mucho para eso. Mientras alrededor, los días y las personas pasan interpretando su papel y admiro a quienes se resisten a ponerse los ropajes de otro o a creer que el atrezzo les pertenece.Los poderosos expanden su aliento y embrujan las calles con promesas que no valen ni el olvido que seremos.
Dundalk se renueva de luz y filtra la lluvia en copos apenas sentidos.
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