En unos pocos años, todos seremos sombra
Saciada sin colmarse está sed de absoluto
La luz despertará otras vasijas frágiles
Hechas del mismo barro, rastrojos de difuntos.
El festival de color del parque en primavera
Dará las hojas tiernas en el altar del tiempo
Y una luz ocre y mansa temblará hechizada
Cuando el instante muera a manos del recuerdo.
Más no es a nosotros a quienes hace el día;
Es a las aves que llenan el momento de cielo
Es al agua que canta sin acabarse nunca
Es al árbol que hace de la memoria sueño.
Tú sabes que el camino siempre estuvo cercado
De maleza y espino, pero amapolas frescas
Elevaron el ánimo y en los ojos gastados
Crearon un refugio de eternidad y promesa.
En unos pocos años puede que todo en vano
Continúe la rueda de la existencia ciega...
Más nada importa entonces. Solo hoy la mar alcanza
A acariciar al sol sobre las blancas cumbres de sus olas esbeltas.
Así fue, es, así sea.Porque el agua no sabe y las aves no entienden
Porque el árbol no sufre y nuestras almas dudan
Bajo el cielo estrellado, gemas de luz y asombro
Siluetas en la noche vamos, contra su paz desnuda.
Y que el sol mañana al despertar al mundo
Sepa encontrar la espuma del rumor que fuimos
Y teja el rosal paciente aquel retoño nuevo
Que renueve al alba este oscuro prodigio,
Recordando al ocaso su inmarcesible olvido
En la tiniebla fresca que precede al sueño.
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