Como no di nada al mundo
El mundo nada me ha dado,
Y vago por un tiempo indefinido
Con la mirada gris y el sabor amargo.
La extrañeza del cielo de penumbra
Consigo trae el alma adormecida
Y el eco de una voz ronca y antigua
Abre tierna en el pecho la fatal herida.
Yo sé que hay quienes dicen que no es tanto,
Y la tristeza es un busto de mármol en silencio
Mas esta noche las estrellas aquietan
Y no tiene paz ni luz el despertar del sueño.
Creí que podría ser otro; la máscara es mi rostro:
Cubre con serenidad esta agria espera,
Refulgente al sol tranquilo de la comodidad
Pero oscura y terrible como su corazón de fiera.
Los sueños se marchitan exangües
En la laguna quieta que mece la tiniebla,
El devenir se encoge y late en ritmos graves
Mientras la bruma pronuncia la terrible condena.
Pues si la luz es otra y baila en puntos leves
Donde fulgura con ansia su inasible corona
También sabe encender la sombra el aire
Con punzones de culpa que aparecen a solas.
Como no supe dar nada al mundo
El mundo nada me ha dado
Y este tiempo sin temblor ni dueño
Siembra las semillas de su inútil paso.
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