Hay ciertas intuiciones morales inducidas para el colectivo que parecen en buena forma hoy, tristemente: la tentación de la autenticidad en la forma prescrita por las élites culturales (con perdón para la palabra cultura) como forma de conformidad de la multitud. El señalamiento de lo que no es popular o festejado como mediocre. La mala fe de la cultura de la humillación como afianzamiento del grupo propio. La exaltación de lo grotesco como valioso en sí mismo por quienes desean imponerlo a los demás. El auge del feísmo, una filosofía que no trata acerca de aceptar lo feo como parte de la realidad sino de ensalzarlo como admirable y deseable. Como el poder duro y el blando que desean regularlo todo bajo su interés propio no pueden ofrecer al alma lo que la eleve, fingen no desear evitar lo que la degrada. Esa degradación ofrece muchos frutos. Quizá uno de los más primarios es la idea, en fin, de que no debes aspirar a conformar un marco mental diferente del patrocinado, aquel que reparte sus recompensas y su presión de grupo alternativamente.
La belleza importa. La necesitamos como necesitamos la verdad, para no perecer. No tiene porque ser prescrita y un estereotipo. La búsqueda personal es hermosa en sí misma. Acaso hay pocas cosas más crueles que negar la búsqueda de trascendencia en nombre de la apelación al materialismo que simplemente desea negar la individual en nombre de la colectiva...ay, dirigida por individuos concretos y abyectos. No hay mayor enemigo del desamparado que quien refuerza su desamparo para negar su voz, apropiándosela. Todo lo que importa es emanciparse del dominio inicuo. El enigma de la hermosura crea la luz que muestra el camino.
Thoreau se retiró a los bosques cercanos al lago Walden para encontrar la vida. También ideó la desobediencia civil negándose a pagar tributos a un poder que cometía abusos y declarando su disposición a cargar con su pena, por cierto. Llevo un tiempo pensando que un mundo cacofónico y estridente solo puede ofrecer una brizna de belleza en el silencio. En un tiempo en el que la libertad individual es incivil, egoísta y culpable, es necesario ser más radicalmente independiente que nunca; lo más extraño de la gente extraña es lo vulgar que es. Y en fin, que queréis que os diga, en un mundo que adora lo feo y destartalado, buscar cada día los momentos hermosos, los lugares, los seres y mantener fuera de la muerte del mundo ajeno la ternura del corazón.
La noche se ha abalanzado sobre el domingo. El río pasa cauto y el silencio lo envuelve todo. Hace frío y en esta oscuridad del alma, contra paredes húmedas y desgastadas y en las que los callejones muestran sus entrañas y hierros como arpas de turbio brillo, ni un alma caminará excepto tú. Existe el alba, el crepúsculo, los lagos y las cordilleras, las construcciones humanas que detienen al tiempo y se conforman en una forma peculiar del devenir humano, existe la música y la sonrisa. Hemos sido bendecidos para apreciar más de lo que nos nutre en el temblor de la belleza y a cambio tenemos la maldición de buscarla sin fin para al fin llegar a casa. Una luz distinta vendrá mañana para invitarte a renacer, a caminar contra el horizonte dorado y a que abras los brazos para anegar tu espíritu de grandeza. Da un paso adelante y sigue la sombra melancólica de tu deseo hacia donde ella viene en tu busca. Lo conseguirás...y será tan hermoso.
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