Pasear entre muchedumbres es para mí una experiencia extraña, muy cercana a la angustia. No acabo de comprender si será por sentir que toda esa masa humana forma un gran conjunto compacto y bastante prescindible, si será que la individualidad se agota, con razón, ante la perspectiva de que lo que nos es más íntimo sea totalmente común y vulgar, quizá será que uno se siente completamente integrado en una conciencia común apenas divisible y al tiempo completamente solo, aislado entre muros irresistibles que no dejan pasar la voz y reflejan difuminadas siluetas en las formas que más allá son libres y precisas.
Muero por dentro cuando siento que mi tiempo se desperdicia entre estas angustias juveniles que ya no corresponden, ay, a mi edad real y a la que debería acompañar mi espíritu. Muero por dentro cuando veo el Tiempo que destrona a la belleza y las callosas manos de la experiencia ingrata carcomiendo la inocencia, si es que aún me queda. Muero por dentro cuando espero que morirse quizá sea un descanso y que ya se está haciendo demasiado tarde. Muero por dentro cuando sé que por mis faltas he abandonado la búsqueda que un día creí merecedora de pasión por un trozo de pan y la niebla en los ojos que a veces pasa para recordármelo es despejada por el engaño grande de la ambición y la comodidad. Muero, sangro por dentro, mientras escribo autocompasivas líneas que no cambiarán nada.
También esto pasará muy pronto, tal la lluvia fina que acompaña los paseos nocturnos como hoy, bajo un cielo encapotado, melancólico, que se abrirá en un alba mañana, flor de otro día que ha de trae nuevas añoranzas, nuevos pesares, nuevos vacíos contra la tormenta interior que asola cada pensamiento, cada sentimiento que nace muerto en u campo sombrío, entre valles que ilumina el relámpago y el vendaval trae consigo las nuevas de un futuro que no está tan lejano en el que no sea sino ausencia leve, leve como los pasos que he dado en esta vida, lo mejor que supe, pero nunca bien, allá lejos, donde habite el olvido.
Es de una belleza desgarradora la tristeza que desprende.
ResponderEliminarMuchas gracias :)
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