La irresistible ascensión del papel higiénico y la lucha por las corporaciones por controlar su flujo parecen realidades evidentes y obvias para cualquier ciudadano hoy, que se informa, se conecta a los demás y se entretiene con él antes de limpiarse con él y tirar de la cadena. Sin embargo, el estudio de las mentalidades del pasado siglo ofrece dudas acerca de su consideración. Baste decir que su acumulación supuso la creación de bromas comunitarias (los famosos memes, que hicieron exclamar solemnemente al erudito sudafricano Paul Bonham "parece mentira que nuestros abuelos fueran este hatajo de inútiles" durante la aceptación de su premio Xbox por su investigación en Ciencia Histórica.
Exagerada o no, esta aseveración se ha convertido en un tópico que refleja una visión comúnmente aceptada sobre las generaciones del siglo XXI. Ignoraron el cambio climático, derrumbaron sus regímenes políticos para requerir menos derechos políticos y más bienestar económico y menospreciaron la carrera de la actriz hoy reverenciada Pamela Anderson.
Los estudios sociales, generalmente despectivos, distinguen tipos de comportamiento social durante las crisis de principios de siglo.
Aquellos que fueron llamados "las respuestas a preguntas que nadie han hecho"; proliferaron en las redes sociales y grupos de mensajería telefónica. Solían ser personas con problemas cognitivos para apreciar la realidad y lo compensaban con agresividad inocua frente a una pantalla y con recomendaciones que nadie había pedido. En su época eran llamados enteraos y se caracterizaban por dar clases de neurocirugía y astrofísica en la universidad de Misco Jones.Con ese bagaje, sorprendía a sus coetáneos la facilidad para establecer teorías complejísimas que involucraban a 17 servicios secretos, 43 gobiernos y 16 sociedades secretas desde la habitación de la casa de sus padres, de donde no solían salir. Es fácil pensar con ternura en ellos, pero durante la época negra, sembraron el planeta de bulos, opiniones sin sentido y fotos de mascotas. Estremecedor.
Al mismo tiempo, los poderes fácticos tomaban nota. La famosa grabación de Al Smith, "hemos visto el percal, estos chingaos anormales están chungos y los vamos a chingar" revela en su honestidad una verdad más profunda. El poder se dió cuenta de que es más fácil manipular que prohibir y censurar. Animando los sentimientos más nobles, el humano de la época creía que nada hecho con buena intención pudiera tener un resultado negativo. A ellos dedicó Peter Stranski su sinfonía "Melancolía de otoño. Estoy rodeado de idiotas encantados de conocerse".
El estado de la cuestión acerca de una mentalidad tan cercana y a la vez tan extraña es éste, mayoritariamente. Incluso los más benevolentes sugieren que el cambio atmosférico afecto a su capacidad de raciocinio o que simplemente optaron por idiotizarse ante la falta de incentivos para aguzar su ingenio, con la supervivencia asegurada y el dolor de cabeza que da a veces preguntarse cosas incómodas.
Despreciaban el conocimiento adquirido y adoraban la novedad, y su gusto por el pensamiento fácil contra una realidad no fácil selló el destino del mundo que conocían. Parece que lo hicieron plenamente conscientes y felices por su gran altura moral. El cántico " Juntos como hermanos, miembros de una misma cepa biológica" fue la canción que eligieron cantar juntos en una conexión multimillonaria antes de ceder su derecho de participación a la asamblea militar mundial. Cinco minutos después, todo aquel no apto para prestar su servicio militar al planeta tierra contra el enemigo inventado del planeta Szchumm, se vió relegado legalmente a la categoría de esclavos. Harían falta décadas para subsanar ese error de idiotas. Incluso tratando de usar un lenguaje académico estos exabruptos le vienen a uno de manera inevitable, joder.
Afortunadamente, en una intuición incomprensible (dada sus permanentes muestras de falta de sentido) nos legaron la importancia sin fin del papel higiénico. Benditos sean.
Anuncio de "Cuatro jinetes", una famosa empresa de eutanasia familiar creada en 2037.
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