La muerte de Xiang Pérez Hofstader-James ha reavivado el interés biográfico y corporativo por su figura y el emporio que ha dirigido estos últimos 17 años. Si bien la visión popular es que ha sido una dirigente sin el arrojo y la imaginación de sus predecesores, pero muy sensata, los expertos en reconstrucción empresarial ofrecen una imagen levemente distinta: "Supo adecuar Pérez Papel Inc a los flujos de le economía neoarcaica" estima John Randall, biógrafo oficial de la persona jurídica; "Si bin no innovó, supo mantener a la corporación unida contra los procesos antimonopolísticos del gobierno de las regiones mundiales", añade Ivo Kranjkar, reconocido crítico de la gestión de Pérez Papel desde su ascenso a su posición predominante en el mercado en los años 30 del pasado siglo.
Si bien los orígenes de la compañía se radican en la pequeña aldea de La Alberca (hoy sede de la innovación tecnológica mundial en su sede a 2400 metros bajo tierra), su triunfo es indistinguible, según la mayoría de estudiosos, oficialistas o no, de tres factores. Las repetidas crisis de los años 20, la caída de las grandes corporaciones antiguas y la democracia liberal, los efectos del cambio climático y su papel catalizador y beneficiario de un gobierno mundial del que se convirtió en proveedor único. "Sin todas estas circunstancias, el mundo que hoy conocemos sería distinto", afirma Louis Penthotaller, "pero no cabe duda de que hoy no podríamos entender el mundo sin Pérez Papel.
imagen de archivo
Los comienzos
Teobaldo Pérez nació en Cambados, España, en 1949. Pocas cosas se saben sobre su figura (él mismo se encargó de oscurecerlas). Sin embargo, sabemos que emigró a Francia y regresó a principios de 1980 para establecer una empresa de papel en el pueblo natal de su mujer (relegada de la historia oficial después de su millonario divorcio). Durante décadas, fue una modesta mediana empresa que manufacturaba papel para cuadernos y papel de cocina. En 2012, amplió su registro para añadir el papel higiénico a su serie de productos. La convulsa historia del siglo XXI hizo el resto.
Se ignoran las razones por las que en casos de estados de excepción, catástrofes naturales o epidemias el papel higiénico es el bien más valioso. las teorías varían: la psicoanalítica y principal, recogiendo el esquema clásico Eros-Tánatos, sugiere que ante la presencia de la muerte el ser humano (especialmente del sexo masculino) experimenta una pulsión de masturbación; la socioeconómica afirma que ningún ser humano, por mucha riqueza que ostente, puede exhibir esa opulencia si no presenta más medios que otro con el que limpiar su recto. Existen ideas alternativas minoritarias, como que la erosión del papel de la religión en las sociedades post-humanistas derivan en la contemplación de un más allá donde la pureza interior se sella después de evacuar o la antropológica que sostiene que la evolución marcó al homo sapiens con un trasero delicado y la suavidad del papel representa su placer instantáneo por la superación de su defecto.
Sea como fuere, las catástrofes naturales, guerras territoriales y epidemias que asolaron el mundo en la década de los 20 vieron como Pérez y sus sucesores consolidaron una posición dominante en el mercado del papel de baño. La década que la historiografía oficial declaró como la década del negro porvenir fue popularmente conocida como la década del papel de culo. Tras los quebrantos de esa época, la democracia liberal sería reemplazada por regímenes autoritarios y las viejas multinacionales tecnológicas cayeron víctimas de su inconsciencia ("Don't mess up with Pérez" ha sido el eslogan más exitoso de la historia humana) y de sus escándalos en la confección de papeles higiénicos que robaban datos sensibles de sus usuarios.
Pero esa será otra entrega (continuará...).
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