Translate

lunes, 10 de abril de 2017

Diez de abril. Fuentidueña de Tajo, Satanás y las elecciones.

Hay días en los que todo es un pasote. Al fundador de HazteOír le llama satanás al móvil (uno no sabe el estado de las finanzas del Infierno, pero suponía a su majestad de las tinieblas mayores medios tecnológicos). Sorprende que una persona religiosa no haya oído nunca que 666 es una cifra en la que se refiere a Nerón. Supongo que si Nerón te llama de madrugada, ya no impresiona tanto.Todos tenemos la impresión de que cada manicomio tiene su Napoleón de guardia, estamos prevenidos.

Después llegó lo del medio rural. Esto ha sido el recopetín. Un escritor y dos cantantes debatían la hostilidad de la gente "del pueblo" con los "de ciudad" en unos términos que mueven a la risa o al llanto, según quiera cada uno. Yo me he descojonado, la verdad.En resumen, tres artistas, conocidos por su compromiso con el pueblo contra la tiranía de los señores con puro hablaban de sus experiencias rurales. Y a cada cual mejor, El primero dijo sentirse observado como un extraterrestre por los pueblerinos y que ya sabía como se sentía un negro en la Alabama del 59.




Y esta no es una referencia casual ( a pesar de que sea completamente ridícula): La formación intelectual y, sobre todo, sentimental de muchísimos jóvenes está educada en el poder blando cultural; únase la frivolidad del saber presente que a veces parece tratar de equiparar dos referencias o tres búsquedas a google al conocimiento; únase que quien quiere presentarse como excepcional debe buscar referencia excepcionales. Alíñese, publíquese, y primera marcianada lista para servir. Después, uno denunciaba que en un pueblo no tenían menú en un bar y no le hicieron unos bocadillos. Y el tercero que un amigo suyo fue a pintar y un vecino llamó a la guardia civil.

Por supuesto, no tiene importancia en sí. Todos decimos muchas tonterías a lo largo del día. Lo que hace gracia es que parece ( y estoy seguro de que no es así; nada serio cabe en 140 caracteres) que cuanto más pregona uno un compromiso, menos parece conocer a la contraparte de ese compromiso pero luego se queja si verdes las han segado. Y bueno, lo del mundo rural. Creer que en los pueblos españoles hay gente hostil con el que viene de la gran urbe es demostrar unos prejuicios absurdos, porque en España hay prejuicios absurdos constantes sobre (contra) los demás y sobre nosotros. Y mucha mala leche. Creemos que somos de New York y que conocimos los detalles del mundo por leer 5 minutos cualquier nota de prensa. Y así marcamos paquete y damos a entender a los otros lo bien que nos lo montamos. Es un esfuerzo fútil: los otros están ocupados haciendo lo mismo para nosotros y tampoco los miramos a ellos. Y así, las redes sociales se convierten en una batalla sin honor ni humanidad en la que solo cuenta como zaherir al otro. Fuera de ellas, la gente de Fuentidueña hace su vida y vota a quien hace un esfuerzo por conocerla o al menos tenerla en cuenta cuando se teoriza sobre el materialismo dialéctico. Y el ciclo empieza de nuevo criticando a los viejos que votan o a los obreros que no saben lo que les conviene. Otra cosa no seremos, pero entretenidos, un rato. Nos repetimos un tanto, aunque de vez en cuando Lucifer se une a la fiesta para darle un toque de novedad a la historia de siempre. Se despolla uno.

Dundalk no esconde su hostilidad y coloca en sus habitantes ginchos y antorchas para perseguirme por venir de la ciudad y pedir el menú, mientras ellos mordisquean espigas de trigo verde. There's no rest for the wicked...



3 comentarios:

  1. Fabulosa sinestesia, mezcla perfecta de ingredientes que han resultado un gazpacho exquisito, y bien refrescante.

    ResponderEliminar
  2. Fabulosa sinestesia, mezcla perfecta de ingredientes que han resultado un gazpacho exquisito, y bien refrescante.

    ResponderEliminar