Una mañana leyendo nunca es perdida, aunque las lecturas se amanceben en distinto orden y creen asociaciones mentales extrañas. El discurso de Pericles y la reinvención de la democracia cada tres días en un país que ha descubierto sus fallas institucionales cuando he encontrado la nevera vacía. Despensa y escuela. El "despensa y escuela" de Costa, confrontado a una ley que intenta ser promulgada bajo la égida de un ministro idiota (etimológicamente; un tal Wert que afirma que "no tiene ambiciones políticas" siendo ministro, lo que le hace un idiota o un canalla, o ambas cosas).
La masa adora el mínimo común múltiplo. Las repúblicas españolas fueron desastrosas porque a la oposición externa se sumo la ambición política de personajes de verdadera talla intelectual que creyeron que el pueblo puede ser educado políticamente en un breve espacio de tiempo. Y sin pan, y aún con él es difícil, eso no es posible. Azaña, Pi y Margall, Salmerón, Fernando de los Ríos, Castelar... intelectuales melancólicos que fracasaron al tratar de desentrañar el nudo gordiano español. La primera República trata incluso de crear un modelo federal...y acaba con la declaración de independencia de Cartagena. Siempre la brocha gorda imponiéndose al frágil trazo fino. Siempre el hastío («Senyors, ja no aguanto més. Vaig a ser-los franc: estic fins als collons de tots nosaltres!», frase de Estanislao Figueras durante un consejo de ministros que presidía. Cuesta no imaginarse la situación y simpatizar con el hombre). Siempre la misma historia.
Por eso, supongo, Platón se opone a Pericles y señala la paradoja que acosa el ideal democrático: siendo las personas distintas en sensatez, cultura, inteligencia, bondad y capacidad de sacrificio, todas tienen el mismo peso teórico en la formación del demos, el cuerpo ciudadano. Esto puede parecer injusto y poco efectivo, por lo que un gobierno de reyes-sabios, o una aristocracia espiritual sería un ideal preferible, incluso asumiendo la corrupción, inevitable, pero preferible a un gobierno en el que el mérito queda sepultado por la estadística (por cierto: Sócrates había apoyado activamente a Critias y los Treinta Tiranos, bajo cuyo dominio se estableció un auténtico estado de terror y se persiguió con saña a los demócratas de Atenas. Y ese es el motivo real de su condena, aunque una amnistía prohibiera los juicios por los hechos realizados durante ese periodo).
¿Como equilibrar un orden justo y una participación igualitaria sobre la base de la desigualdad humana? Nadie ha encontrado mejor respuesta que la educación, el acto político por excelencia, aunque se presente como pura gestión administrativa y económica a cargo de políticos sin ambiciones políticas. En cuyo caso la educación deja de ser digna de tal nombre para convertirse en instrucción personal para la selva de lo real. Y probablemente acabe siendo una profecía autocumplida, y la polis se convertirá en una guerra de intereses privados donde las cadenas de la necesidad impedirán el ágora de las personas libres. Y el elogio de la democracia de un hombre con ambiciones políticas de hace 2500 años
Pues amamos la belleza con economía y amamos la sabiduría sin blandicie, y usamos la riqueza más como ocasión de obrar que como jactancia de palabra
será más funebre que nunca, pues la belleza estará marchita, la sabiduría será esquiva, y la riqueza un recuerdo amargo. Y quizá no queden mayores que inicien a los jóvenes en el estudio, y los maestros, hoy maltratados, sean un bien más escaso que el tráfico aéreo en Castellón.
Aquí, la República también va dando bandazos, o eso dicen. No estoy muy al tanto. Pero el estudio siempre aparece. Ayer se me ofreció la posibilidad de estudiar la Biblia..y convertirme al presbiterianismo. Habíamos entrado a mirar la Iglesia, su interior es completamente diferente de una iglesia católica. Y en 5 minutos estábamos con Bibias y santorales en las manos, siendo presentados al resto de la comunidad (no parece muy grande) y siendo invitados al siguiente servicio. Más o menos quedé con ellos para el próximo. Hacen barbacoas después, lo que es simpático. Pero, sinceramente, cambiar de dogma a mis años me parece un exceso. Y que pensarían mi familia y mis amigos, dejando mi religión por la primera que se me presenta. Pasar de ser un católico protegido por la virgen María y miríadas de santos y convertirme en un calvinista doctrinario y estricto. No sé si siguen persiguiendo brujas. De cualquier modo, yo sólo podía acordarme de la anécdota cien veces contada de ese vendedor de biblias en España que también trataba de convertir a la gente en su credo (luterano, me parece) y se encontró con un agricultor que le dijo, "mire usted, si yo no creo en nuestro Dios, que es el verdadero, ¿cómo quiere que crea en el suyo?"
Y es que Pericles y Calvinos aparte, afortunadamente no hay Werts ni madrequelosparió capaces de eliminar cierta gramática parda. Con ella no basta, pero sin ella no nos quedaría siquiera el ánimo para aguantarnos. Y dejar de estar hasta los cojones de nosotros mismos.
No se quien decia que la democracia es el sistema que garantiza que nadie tenga un gobierno mejor que el que se merece. Parte del problema es que muchas veces con la sabiduria viene el escepticismo y, con el, cieta apatia, con lo que nos encontramos que quienes van a las urnas no son siquiera la media intelectual.
ResponderEliminarSi te han intentado convertir al presbiterianismo lo que te dieron, ademas de la Biblia fue un libro de salmos, no un santoral :-). Ademas, de estrictos tienen muy poco. No tienen jefe espiritual y son los unicos cristianos que tienen a un parroco viviendo con su pareja homosexual (parroquia de Dundee). Sus pastores se ofrecen a oficiar ceremonias civiles y dar el cepillo de ese dia a ONGs laicas si se lo pides.