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martes, 31 de enero de 2017

31 de enero

La niebla se apodera de las avenidas. Esparce un halo hermoso y lúgubre sobre la noche. Caminas lento sobre calzadas que nadie fatiga esta noche. Las farolas son luces de guía en un océano conmovedor de soledad y hastío. Los edificios se difuminan para no quebrar lo que parecen pinceladas grises de una realidad alternativa. Y los pasos te mecen sobre la proa de la rutina, Mañana sera otro día de lucha, y el escudo resistirá los embates de otros, y seguirás en pie. Nada hay dentro de ti, y apenas fuera, que pueda hacerte daño. Sigues por las calles desiertas entre sinfonías de charcos y gatos tiesos de hombros. Esta noche, ni un alma caminará excepto tú. Y avanzas, convertido en sombra.

Hoy he leído que un príncipe saudí ha pagado 80 billetes de avión para sus halcones. Y esa imagen me parece una buena muestra de la decadencia en la que caemos cada día.



Dundalk se acoge al silencio y se esconde también, sosegada y serena.

miércoles, 25 de enero de 2017

Veinticinco de enero de dosmildiecisiete. La defensa siciliana y el odio eterno al humo moderno.

Como quizá alguno ya sepa, me encanta jugar al ajedrez. Soy torpe y no veo más allá de lo obvio, pero me fascina su geometría irregular, sus celadas, su inocencia y perversidad entrelazadas. Quizá aprecio su igualdad, como casi todo en el juego de reyes, ambivalente. Mi caballo vale lo mismo que el de mi rival, pero si lo empuña Magnus Carlsen, es mucho mejor. Ahora me he enfrascado en una partida con defensa siciliana, y quien sabe que saldrá de esto. Aspiro a no devaluar mis piezas.

Algo no muy diferente pasa en el fútbol, quizá a la inversa. Hay jugadores que valen más, parecen más, pero...la diferencia se exagera por un círculo vicioso e marketing e intereses comerciales. Puede que una torre valga más (un extremo sea mejor), pero en manos del equipo y de una dirección sabia, todo se iguala. Porque el deporte de élite hoy es tan competido y voraz que el más tonto hace relojes. Se ha olvidado todo eso, los cromos y los anuncios parecen valer más. Puro humo. Solo que, a la larga, la acumulación de talento en manos de megacorporaciones inclina la balanza irremediablemente. Pues que les aproveche, quizá un día el fútbol vuelva a ser el hermoso juego que nos gusta ver, sin ruido de fondo. Yo me concentro en mis pocas virtudes para tratar de evitar la diagonal que el alfil ladino quiere cubrir con maligno gozo.





Dundalk mira las partidas en vilo, entre las negras noches y los blancos días. Dios mueve al jugador, y este la pieza. Y nadie sabe que Dios detrás de Dios la trama empieza...




martes, 24 de enero de 2017

La cascada. 24 de enero del 2017

A veces, uno se da cuenta con cierta incomodidad de que simplemente no sabe de lo que hablar. Un poco después, relativizas. Me gusta mucho la frase de Heine de que ya no se hacen catedrales porque para eso hacen falta convicciones y no opiniones. Bien, no es verdad literalmente, pero ay de Heine si viviera ahora. Se nos impulsa a la reacción, a la opinión, a la importancia y es lo mismo un burro que un gran profesor. Tengo a mi alcance tweets, estados, este blog, comentarios de las noticias, servicios de mensajería. Tengo un palacio de grandes salones donde oír solo mi eco cansado, porque los otros disfrutan de los mismos lujosos espacios y se miran en sus espejos y se oyen también en una soledad vacua. Solo espero no abusar de esto, no porque crea que debo callar tantas veces (que también), sino para no dañar la trabajosa imagen que quiero construirme de mí. Sera parcialmente incompleta y vacua, imagino.

Y así voy, así vamos, llevados por la corriente hacia una cascada de datos, opiniones, hechos, interpretaciones y afanes que no quitan la sed y dan una sensación falsa de abundancia. Quizá algún día nos demos cuenta de que nos hemos vuelto pobres y busquemos la riqueza de experiencias, sabiduría o paz. Y no aspiras a hacer una catedral, pero sí a a poner tu piedra, rotunda ante los vientos volubles del cambio. Y a flotar en la inundación de ecos y a caer grácil por la cascada.

Dundalk duerme apacible mientras sus heridas parecen esta noche hermosas.

lunes, 23 de enero de 2017

23 de enero.

Antes, cuando moría una persona, los allegados lo lloraban y quienes no tenían relación con ella trataban de ser elegantes o guardaban un respetuoso silencio. Si era joven, se extendía un piadoso sentido de la pérdida.

Pero eso era antes. Hoy las redes nos dan ilusión de conocimiento, la tecnología arrogancia de un presente perpetuo en la parte soleada de la calle y los anuncios fantasía de omnipotencia. Nos crispamos, odiamos. Ignoramos lo poco que somos. Y cuando algún día nos bajen a la tierra, solo esperamos que nadie escupa nuestro cuerpo caliente.

En que mundo vivimos. En fin, que la tierra le sea leve. Que nos sea leve a todos.

Dundalk ignora estas querellas, sabia, y se refugia entre la niebla negra.

domingo, 22 de enero de 2017

22/01/2017

Imagina que navegas rompiendo el hielo del silencio entre las tierras de niebla y espesura afilada. Cada gesto cansa. Los párpados caen. No hay pasado, todo ardió en una tierra lejana de la que ya no quedan noticias, algunos afirman que todo es una leyenda. Hay quienes dicen, no obstante, que todo lo que se necesita es un hachazo inconcebible sobre la mar helada que haga temblar su muro, que desate un nuevo día. Desde el fondo surgirá la luz, y el calor bañará las colinas a ambos lados de la mar que surcas a empellones en el navío contra las esquirlas del viento helado.También hay quien dice, desde desiertos que quizá el hielo ha consumido también, que en las miradas de los otros cabe toda la memoria de ese mundo y que bastaría una mirada cierta para recordar, para encontrar el camino a casa.

Los días son duros. Los bloques chocan contra el casco, y su monótono croar es el único sonido que rompe la blancura inmutable. Te haces mayor, las fuerzas pesan y se agotan. Antes de dejar tu bajel a la deriva, sueñas con un hacha, unos ojos, la flor que nace del pesar para anunciar otro mundo, la esperanza, una promesa, una hora. No quieres dejar tus días en alas de la bruma. Soportando la pena por una culpa que ignoras, la aceptas como quien acepta una carga que no le corresponde por orgullo, sonríes y sigues adelante.

Otra mañana espera.




Dundalk lanza sus olas contra el malecón de la rutina y el domingo esparce sus vaivenes.



miércoles, 4 de enero de 2017

Sit tibi terra levis. Cuatro de enero

Me gusta caminar por Salamanca cuando estoy aquí, perderme como alguien que no tiene ni futuro ni pasado, solo un presente despreocupado, e imaginar el pasado y el futuro de las piedras que me circundan y las historias que cuentan. Hoy, vagabundeando, llegué a un Museo en el que una estela funeraria se mostraba. Estaba dedicada a dos niños, Calecus y Aprúncula, 13 y 6 años, con el acronimo HSSTTL ("Hic Situs Sit tibi terra levis", aquí yace, que la tierra le sea ligera), y la elegancia de su fórmula junto con la sensibilidad que se apiada de una vidas cortadas en flor. Me gusta ese género, su honradez y verdad. Y en como vemos la muerte desde nuestro confort que la ignora. Ella sonríe. Sabe que sus pasos pueden ser lentos, pero el día llega y el destino nos alcanza. Y sin embargo, no es la muerte, es la vidas. Sus incomprensiones, injusticias, duelos, excesos, gozos. Que ella nos sea ligera y sepamos como apurarla.

Dundalk caminará en la sombra como si nada de esto existiese, soñando antiguas leyendas que un día volverán.



martes, 3 de enero de 2017

Tres de enero, 2017. Pedroche y el ardor.

Feliz año nuevo a todos. Allá vamos.

España es un buen sitio para vivir, en general. Buen clima, se come bien (y por encima de todo, la inmensa mayoría puede comer tres veces al día), el estilo de vida es alegre y agradable.

Siempre hay un pero, claro. El mío es que parece que mientras los problemas importantes se aparcan, esperando que la magia los resuelva, las gilipolleces ocupan una cantidad de tiempo difícil de creer.

En Nochevieja, una presentadora de fin de año decidió ponerse el vestido que le apetecía. y fue Troya luego. Dejemos a un lado aquellos debates sobre el gusto y los que insultan. Lo interesante es ver como el campo de debate está minado por una idea que se ha convertido en el sustento del pensamiento débil y la corrección política, que de buena intención ha degenerado en una guía para salir pensado de casa, Esta idea es que no somos individuos en los que se cruzan cientos de impulsos, vivencias, ideas, defectos, virtudes , miedos y experiencias, sino estandartes. De la mujer, el hombre, el veganismo, la tauromaquia, la izquierda, nuestro equipo de fútbol.

Leo un artículo, "El traje nuevo de la emperadora". El uso de emperadora por emperatriz resulta dudoso, pero no desentona con el resto,

El problema está en la voluntad de Cristina.
En ese neoliberalismo salvaje al que nos aferramos para decir que ella es libre de hacer lo que quiera.
Y que lo único que quiere es vendernos el capitalismo como única forma posible de estructurar el mundo.
Eres libre para consumir.
El caso es que yo pienso que el elemento volitivo está viciado.
Sé que decir esto presupone pensar que ella no es lo suficientemente inteligente como para tomar sus propias decisiones.
Seguramente lo sea, lo que pasa es que sus decisiones públicas lo único que hacen es reforzar una idea que muchos y muchas tratamos de erradicar de nuestras cabezas.
Aquella que cosifica a la mujer...

Por supuesto las palabras son libres, pero resulta evidente que exculpar a quien lleva a cabo una acción libre a la vez que se culpa a esa sociedad de arrebatarnos la libertad porque esa acción no es la que nos gustaría o la que nosotros hubiéramos llevado a cabo es hacerse trampas al solitario. 
Convertir a alguien en el símbolo de su sexo tiene estas cosas. Puedes revertir las tornas. Si criticas un vestido eres machista por no respetar la libertad individual de una mujer, para mí esto es obvio. Si no lo criticas eres machista por consentir la cosificación de la mujer (aunque no se sabe por qué Pedroche tenga que ser "la mujer" en vez de "una mujer" como las demás, que hace lo que le viene en gana). Y cuando en la ecuación introduces el "neoliberalismo salvaje" y la noción de que la libertad no es lo que deseas sino lo que una serie de personas deciden que debe ser, pues llegamos al ambiente de incensario de sacristía y a la sociedad cerrada, aquella en las que en virtud de la fuerza (como siempre ha sido) unos pocos deciden a la mayoría lo que hacer mientras los acarician como a perros dóciles.
No gracias. Que cada cual se vista como quiera y que cada palo aguante su vela. Conscientemente o no, la frase Seguramente lo sea, lo que pasa es que sus decisiones públicas lo único que hacen es reforzar una idea que muchos y muchas tratamos de erradicar de nuestras cabezas es venenosa. Si alguien hace algo que no gusta, aún vivimos en una sociedad libre donde se pueden expresar el gusto y las opiniones. Utilizar esa libertad para presentar a quien hace algo como víctima de su libertad y de una sociedad que la guía como a un muñeco inane es la peligrosa falacia del escocés verdadero (No true scotsman). Una ficción que necesita usar el uso del tabú "machismo" para imponerse en un debate por agotamiento, pero que ni libera, ni eleva a nadie. No se conoce otra forma de crear una sociedad libre que hacer más libres a quienes la forman. Por eso, más respeto y menos homilías. ¡Yo también formo parte de esta sociedad e invierto parte de mi tiempo en estas cosas!

Dundalk es un sueño lejano de lluvia mientras mi ciudad camina entre la niebla.