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jueves, 26 de mayo de 2022

Lluvia de la mañana del día 26 de mayo del 2022

Hoy llueve. Llueve sobre las sombrías y sediciosas aguas, los edificios y los seres. Me ha dado por escribir de ella, renunciando a ser original (uno ha de saber cuando asumir derrotas) y deseando ser al menos pulcro. Ahí va. Feliz día.


No cesa de avanzar la lluvia
Por calles solitarias en que el silencio reina.
Las columnas cobijan los fantasmas,
El fuego de los templos crepita en el vacío
Y una música suave oyen los condenados,
Ojos que esperan la vasta sombra.

Nada permanece, enseñan los estoicos
Caminando en jardines, del incesante cambio,
Misterioso y fugaz como el ocaso.
Cenizas que volarán en el aire intranquilo
Temblor en aquel hilo de las Furias somos
Mañana una sombra, hoy todavía un brillo.

Ni el aroma de especias que vienen del Oriente
Ni el agridulce sabor de su recuerdo
Turban el sueño de Casio, sentenciado
Y que ve el otro mundo tras un velo
Que acaricia sus ojos como el ocaso púrpura
Y permuta los muros en sustancia de sueño.

La estrella del alba apenas aparece
Tras la neblina dulce que desliza las lágrimas
De la mañana, generosas y frías.
No cesa nunca la pertinaz lluvia,
Fatal como el significado de la noche,
Libre como las bestias,
De avanzar y crear otra mañana
Que ven los conjurados y los sirvientes de Dioses
Los Palacios y las cabañas, deslizándose lenta
Sobre el mármol y el barro... Inocente y turbia.
Otra mañana de muesca sobre el tiempo,
La primera y la última.



martes, 24 de mayo de 2022

Palabras para Kylian. 24.05.22

Acabaré teniendo mono de la dosis que estos meses nos ha ido administrando la prensa, los meritorios, los espontáneos, la lunatic fringe y los concienciados. Como prueba de mí aprendizaje, presento el título de esta entrada a modo de cebo.

En verdad, no hay apenas nada que decir sobre el particular. Mbappe es un trabajador hipercualificado que puede permitirse hacer con sus empleadores lo que la mayoría de los empleadores hacen con nosotros que no llegamos a su nivel de producción: elegir sus condiciones. Ha recibido diferentes ofertas y se ha decantado por la que cree mejor cuando lo ha creído oportuno. Punto. Lo demás es la mala literatura que llena las páginas de los domingos sin fútbol y sin cine.

No deja de ser grotesca la reacción de quienes culpan a la estrella de que la realidad no se haya amoldado a sus creencias. Tampoco es que nos vayamos a escandalizar; la prensa parece haberse convertido en el boletín parroquial de quien la financia. No acaba de entenderse porque la euforia y la excitación son un proyecto más atrayente que la verdad o simplemente la duda.

Algo que sí creo relevante es el odio eterno al fútbol moderno. Todas las evoluciones del deporte, del fútbol especialmente, se han centrado en la venta de espectáculo. El camino del héroe es más rentable que la brega y la armonía de un equipo. Un proyecto deportivo basado en uno o en unos pocos jugadores difícilmente prosperará. No obstante, impulsará el mercado a una nueva inflación por encima de su capacidad, hasta el agotamiento y el colapso. También es pertinente recordar que el dinero es caprichoso y algún día se cansará y buscará un nuevo nicho al que hacer brillar antes de lograr que se pierda. En fin, veremos. El juego aún resiste. Su entorno no deja de ser una locura que nunca se detiene, como metáfora de la comedia humana, un ritmo económico inasumible, una caza en pos de un vacío. La lógica dislocada de la vida hoy es enriquecerse pronto y rápido, el ganador se lo lleva todo. La infancia recuperada que es el fútbol ayuda a la venta de ilusiones huecas.

Pero todo lo anterior es banal. Me dará pena que el fútbol muera como un caballo extenuado; seguirá en campos pequeños y partidos modestos. Lo que resulta abrumador es comprobar que en medio de la crisis existencial de la Unión Europea, las (anti)élites políticas actúan como lobbystas del dinero, cabilderos de regímenes autoritarios que usan su influencia para sacar ventajas de un territorio cansado que se olvida de su herencia histórica. Por supuesto, vivir en un mundo en el que el dinero ha derribado todas las jerarquías conduce a estas afiladas consecuencias.  Es más fácil de desestabilizar quien no cree en la estabilidad como un bien. Un antiguo Presidente de la República Francesa, al que Gadaffi le pagaba las campañas electorales, se une al Presidente actual para abogar por los intereses cataríes en Europa. Todo esto al tiempo que Rusia, de no muy diferentes estrategias hasta hace poco ha decidido usar el poder duro para quebrar la Unión. No podemos decir que no estemos avisados. La adoración irreflexiva de la fortuna nos hace correr el riesgo de que seamos consumidores, no más ciudadanos. El bienestar no es más precioso que la libertad. Y el fútbol es una inversión en imagen demasiado tentadora para los tiranos. No consuman.

La tarde aún tiene vuelo. Rumores de conversaciones entreveradas llegan de la calle, con los coches y el viento uniéndose en el coro de la vida. Brillan las nubes blancas contra un azul pálido y mañana parece demasiado lejos. La vida empuja en un aullido interminable... interminable...





sábado, 21 de mayo de 2022

Veintiuno de mayo. La Carta Magna.

Hoy vivimos una era de la sospecha. Hijos de los gigantes teóricos de la desconfianza (Nietzsche, Marx, Freud), cada inquisición es celebrada o comprendida. Se llama justicia al rencor; Se habla de utopía porque no desean que se recuerde que es el anhelo de vuelta al punto de partida; prosperidad, igualdad, libertad, ideología, costumbre, probidad o sacrificio porque muchos menos seguirían la doctrina de la guerra perpetua. Sí: el conflicto es el padre de todas las cosas. Pero la lucha por la hegemonía entierra cualquier diferencia y con ella, la propia vida. No se trata de defender una verdad poliédrica. Se trata de imponer verdades monolíticas tras la destrucción de las antiguas. Pero las antiguas no fueron menos arduas en su formación de las que se pretenden estas

Todo esto viene a que el otro día pude ver una copia manuscrita de la Carta Magna, Magna Carta Libertatum. Me hizo ilusión. En resumen, es un hito de los derechos que siglos más tardes llamaremos humanos. Otorga a la Ley el mando supremo y se lo quita al Rey. Es parte del esfuerzo (no inocente ni angélico, sino el propio de las luchas de poderes, que deben limitarse entre sí para no asfixiar a los vivos) de la libertad y la justicia en el mundo. Un anhelo nunca cumplido y posiblemente que nunca será olvidado y seguiremos persiguiendo. Sí, la ley es la ritualización de una violencia anterior. No se ve muy claro en que la disminuye contra la pura fuerza que desea derruirla. Podemos encontrar innumerables injusticias. El cambio de mentalidad que revela el avance de nuestros semejantes en orgullo y valor propio es más profundo. Un reconocimiento de habeas corpus sirve de autoafirmación contra la sonrisa satisfecha de cualquier tirano.

Muere la tarde rosada mecida por la brisa amable que acuna su fulgor terminal. El azul del cielo se oscurece y las olas del río cabalgan hacia el mar de mañana. El aroma del día es melancólico y osado, llevando entre sus labios el susurro de la única libertad que exalta, la única por la que morir: la libertad del individuo, para que ame, pierda o falle. La libertad como el primer lucero que despide la tarde y nos introduce en otra noche en la que la vida y la verdad aún resistirán los embates de la nada.



martes, 17 de mayo de 2022

Finales NBA. Bienvenidos al final del curso baloncestístico 2021/22. 17 de mayo.

Hace mucho tiempo, mucho hace ya, en mi antiguo blog solía hacer unos comentarios sobra cada nueva temporada de la NBA unos días antes de que empezara. Eran básicamente idioteces en las que añadía a una idea oída a gente que sabía y la seguía más que yo algún chiste o referencia popular. Esto no diferirá mucho de aquello, así que espero que sea breve y agradable. Con un sorbo de alegría por los viejos tiempos y los ritos que aún conservamos, vamos allá:

Hoy la vida es tan, tan, tan... cómo te iba a decir yo... tan, tan, tan, tan veloz, tan rápida, tan spuni es una frase que acuñó un filosofo años atrás. Papuchi se refería al devenir, pero si hubiera visto el ritmo de los Boston Celtics desde que empezaron los playoffs se la hubiera asignado también. Un equipo que ha logrado que la fuerza del mismo alce a sus jugadores que a su vez hacen mejores al equipo. parece simple, pero es el Grial del deporte. Tatum ha dado otro paso más en su fabulosa progresión hacia el estrellato máximo de la Liga, Smart y Williams son unos pumas poniendo sus garras en el pecho de quien haga falta, Brown aporta coraje y puntos y acaso nadie ejemplifique mejor el momento soleado de los celtas que Al Horford. Parecía una aventura y lo que pasaba era la vida, escribió Joseph Conrad, o algo así. Al ha renacido de nuevo jugando para otros y para sí, entregado en la causa del juego, la única que importa, la de tratar de transformar el momento en un gesto súbito, la de, por una vez, domeñar al azar. 

Miami...Miami es un sitip con sol y antes había corrupción (o vicio). Mis recuerdos del baloncesto de Miami eran que jugaban con un buen pivot que se pronunciaba Alfonso pero se escribía Alfonzo, Alfonzo Mourning. Yo siempre pensaba que se había equivocado, pero se ve que no. Como con Boston, la fuerza es su equipo y un entrenador magnífico, que ha conseguido dominar un temporal que parecía que los iba a descabalgar de la ola. Casi se pega con su jugador estrella, lo que fue una imagen un tanto trambólica. Jimmy Butler me parece como jugador un tanto sobrevalorado (estupendo, pero no al nivel de la aristocracia de la competición) pero infravalorado como lider carismático. A su ritmo, unos jugadores rápidos y ansiosos dirigidos bien por Lowry, más calmado, deben demostrar si pueden seguir siendo duros. Lo son, pero ser más que estos Celtics no es nada fácil. Me alegro que hayan llegado estos equipos a la final del Este. Me parecen los más completos y no me gustó nada que a Milwaukee le diera un ataque de pánico la perspectiva de los Nets y creyesen que Boston con ventaja de campo era más fácil que un equipo que ni había ni ha demostrado nada.

Mi pronóstico, 2-4 Celtics, que creo que son los futuros campeones. Ahí queda. Me equivocaré, supongo.

En el Oeste, la Bahía ha vuelto por donde solía y seguramente les haya sorprendido un poco, porque no están jugando bien. Golden State compite muy bien y eso les ha llevado por los meandros de una Conferencia sensiblemente más débil que las de años atrás. Tienen un juego exterior fabuloso aunque algo crepuscular, la falta de un ancla y un glorioso loco que les centra o los descentra, según le de, Draymond Green. Él es el termómetro de un equipo que ha sido una dinastía y aún sigue bailando. Enfrente, Doncic y el equipo que ha moldeado el esloveno. Creo que hay muchos buenos jugadores pero son contadísimos los que saben mejorar a sus equipos hasta hacerlos rendir al máximo. Luka es uno de ellos. Juega como nadie y ve el baloncesto como nadie, sin caer en el viva la numerasión a la que tantos jugadores se apuntan. Sus estadísticas pesan en los partidos. Para ser sincero, pensaba que los Suns no harían la paquetada que han hecho, pero Dallas ha sabido exprimir todo el talento de un jugador que pinta de época. Creo que deben demostrar competir mejor fuera de su cancha, porque no han estado muy bien en ello, salvo en el séptimo contra Phoenix. Pero sí creo que tienen muchas opciones contra los Warriors, aunque mi pronóstico es que los de San Francisco pasan en 6 partidos también. Me parece que Miami o Boston son los mejores equipos, pero veo más posible la sorpresa con dallas que con Miami. 

Que comiencen las finales y luego la Final. Que disfrutemos y sigamos creyendo que estamos, por algunos segundos, horas, una noche, que estamos cerca de las estrellas. Viva el baloncesto.



domingo, 15 de mayo de 2022

Los anillos de un árbol. 15 de mayo.

Tengo para mí que la historia es una rama de la ficción apenas más convincente que la pura fantasía. Acaso sea por ello por lo que tiende a una rima pobre de ecos disonantes. No la acabamos de creer del todo. Aunque lo hiciéramos, ¿de qué sirve que otros sufrieran, si yo sufro ahora? De que valen las enseñanzas en cabezas ajenas. La niebla que deja pasar la luz mortecina de una luna menguante mientras escribo se repite indiferente a nuestra presencia y nuestra ausencia. Saberlo es el principio del temor, que es el principio de la sabiduría, que es a la vez dolor y lenitivo. Desconocer la muerte es ser inmortal. No se nos ha concedido ese don ingrato. Y puede que sea ese deseo siempre frustrado de comunicarnos con lo que pudiera hacernos entender lo que sabemos y el deseo de no saber lo que hace nacer la chispa de la conciencia, nuestra luz y perdición.

Si es cierto que somos un conjunto de átomos que se mantienen momentáneamente unidos un instante fugaz para que gocemos de esa sensación tan injustamente valorada que solemos llamar vida, la conciencia debe ser la forma de tratar de que esa materia se revele sus secretos. O pudiera ser que solo exista un impulso irresistible de vida del que somos íntimos recipientes pronto desechables. De cualquier modo, no importa tanto. Venimos de la naturaleza, donde solo hay o plenitud o muerte, en feliz expresión que he leído hace poco, y a ella vamos, expandiendo la plenitud cuando podemos para ocultar la amenaza. Hay decepción con la vida, la realidad, el mundo, pero también hay aceptación y renuncia. Hay cementerios monumentales con gigantescas estatuas como gritos aterrados contra el vacío y hay una sedimentación de actos altruistas y humildes. Hay terror y amor, soledad y encuentro. Sea lo que sea ser consciente, feliz, vivo, todo ello parece oscilar en el delicado equilibrio entre el desencanto y la esperanza. Sombras y niebla; a la permanente confusión entre ser y deber ser, o lo que es lo mismo, entre causa y efecto, le debemos un perpetuo desconocimiento de nosotros mismos y una desolación recurrente.

Hay en el museo de historia natural de Londres un tronco de una secuoya que vivió casi 1,500 años. Junto con la historia de su vida, se narran a su lado la Gran Historia y los mitos que han conformado nuestra visión del mundo. Imagina un árbol creciendo lento y fuerte en una tierra olvidada, viendo pasar los seres y las permutaciones de un Cosmos aún más paciente. ¿No parece a su lado, frente a su madera robusta y hermosa que lo que nos cuentan de otros, cada remordimiento y cada lágrima, cada rencor y cada amor, cada duelo y cada euforia, son irrelevantes al lado de su tranquila majestad? Nunca debemos incapacitarnos a la alegría, que nos perfecciona. Me pregunto, mientras la niebla otorga una sensación de debilidad a la noche, si olvidamos lo relevante para acogernos en brazo de lo reconfortante, el anhelo de una unidad que nos dirija a un futuro amenazado. Las aguas van al mar en un rumor antiguo, sin saber, sin sentir, sin esperar, uniéndose en un rito fatal que no necesita de ojos que lo vean y se renueva como pasan los años por los árboles y la noche, como lo hace por el alma del mundo, en un latido primordial y extraño.  




lunes, 9 de mayo de 2022

James Joyce y la pantera. Nueve de mayo.

Estuve ayer en Dun Laghoire. Es un lugar despreocupado. Cuando luce el sol, la costa rocosa deja ver la espalda del mar refulgiendo y los parques se llenan de puestos de comida. Como casi todos los sitios, ha devenido en un sitio sin lugar; podría estar en cualquier lugar.

Era distinto cuando un joven llegaba para compartir la habitación en una torre. En su cabeza, Finnegan comenzaba a despertar; la sensibilidad del artista adolescente bullía en su ánimo y almas denostadas miraban la vida pasar como si fueran las sombrías, sediciosas aguas del Shannon. 

James Joyce tenía 22 años cuando llegó un día, imaginarnos lluvioso, de Septiembre de 1904  buscando cobijo a la torre Martello, que estuve visitando un rato. Parece ser que no le hacía mucha gracia mudarse allí, pero tampoco tenía muchas opciones. Su compañero, Oliver st John Gogarty, le parecía arrogante, una de las figuras literarias que ya disfrutaba zahiriendo con insolencia. Puede que la invitación llegase temiendo lo que Jamesito podría seguir escribiendo acerca de él. Para más diversión, llegó un tercero en discordia, Samuel Trench, un excéntrico irascible que al parecer insistía en hablar exclusivamente en irlandés a pesar de su acento marcadamente oxoniense. Vaya un cuadro. Puede que Joyce fuera el más convencional, al menos en esa época.

O le obligaron a serlo. La sexta noche, Trench tuvo una pesadilla acerca de una pantera negra y consiguientemente cogió una pistola y disparó varias veces a la chimenea antes de volver a dormirse. Tarde. Gogarty llegó a la habitación al grito de '¡Déjamela a mí!' y se puso a disparar a las sartenes de la encimera sobre la cama en la que había tratado de descansar Joyce. Luego, partió, caminó una noche entera de vuelta a casa y a la mañana siguiente, se fue de Irlanda. Se ignora si los compañeros siguieron cazando panteras entre las verduras apacibles de la isla esmeralda.

Joyce no volvió a residir de forma permanente en la isla, mas nunca dejó de buscarla con su imaginación sin regresar. Quizá sea en esos puntos ciegos de la realidad y la imaginación, en esa duermevela donde la vida parece hecha de un material traslúcido y nosotros caminamos como dentro de un sueño, donde nos encontramos con lo que nos llama. Acaso lo que acecha tras el espejo es lo que deseamos antes de que sepamos qué es. O puede que todo sea tiempo que agota y vida que se renueva incesante. Y en la torre Martello aún resuenan los rugidos de una pistola, la seducción de la mirada peligrosa de una pantera de ojos de ascuas en el fondo oscuro de la chimenea y una voz se abre paso por la diminuta escalera espiral

"MAJESTUOSO, el orondo Buck Mulligan llegó por el hueco de la escalera, portando un cuenco lleno de espuma sobre el que un espejo y una navaja de afeitar se cruzaban. Un batín amarillo, desatado, se ondulaba delicadamente a su espalda en el aire apacible de la mañana…" pues, como ya habréis adivinado, la epopeya de un día de otro Ulises, Leopold Bloom, comienza en la torre Martello. No he leído su Ulises, pero adoro Los muertos, ese relato delicadamente atroz que contiene una frase que me acompañará hasta que la muerte ciegue mis ojos, 'Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión que marchitarse consumido funestamente por la vida'.

Y nosotros caminamos por una playa cercada por nubes grises desde las que una fina llovizna nos vela la luz delicada de la tarde de primavera, entre la realidad y el deseo...