Translate

lunes, 18 de diciembre de 2023

Diciembre/31/2023.Cualquier otro día.

Durante algún tiempo 

No he escrito ningún verso 

Me adentré en el color de los atardeceres

Y vi en la espontaneidad del instinto 

Los meandros del ser.

No sé lo que buscaba.


Ahora que todos los cielos de cobalto muestran

Guiños ansiosos mientras van pasando

Y nada hay inocente o libre de insidia venenosa

Acurruco lo vivido frente a lo por venir.


Y doy gracias, aunque sea en voz seca,

Una voz que se pierde en el crepúsculo,

Por haber podido contemplar la belleza, la paz

Y recontar el fluir del arroyo generoso

Con las manos aún vivas.

Porque no importa el año. Lo que importa

Es contemplar el final de cada día

Y contemplarlo en paz.


Aunque me canso en ocasiones de mí mismo

Y las alas baten contra el aire con el sonido

Agrio y efímero de una tos cansada

Aunque la soledad puebla mis días y los llena

De figuras de bruma que la luz destruye...

Pido que rueguen por nosotros y nos guíen 

Para volver a encontrar el sendero escondido

Y, allá en el horizonte, aquella luz desnuda.

lunes, 11 de diciembre de 2023

Todo cambia. Once de diciembre, 2023.

Hay, supongo que pasa a todos, pequeñas tormentas que dejan marcas y van esculpiendo el alma en una dirección u otra. Las mareas que moldean cierto carácter, actitudes, pueden ser lentas y rumorosas, una suavidad constante a la que nos acostumbramos. No tienen por qué ser traumáticas o grandiosas. A menudo son sedimentos que acaban por derrumbar muros interiores. Así, de cuando en cuando, con la labor paciente de la hora, uno se va haciendo distinto y sabe reconocer los cambios del pasado. Mi hoy contradice mi ayer a menudo. No es por un cambio brusco, sino por toda la erosión, la usura de los días cobrándose préstamos de la inexperiencia, en ocasiones derivando la inocencia de antaño que hoy anhelo.

Todos esos son los pequeños cambios que van llevando de una persona a la siguiente. Imperceptibles, o apenas adoptados conscientemente, se convierten en nuevas rutinas. Ocurren sin remedio, mientras respiramos, acosados por el embate de las olas como un barco antiguo y que lucha por mantenerse a flote, y esas olas son interacciones con otros, lo que leemos, oímos, vemos, lo que miramos y lo que escapa al ojo y ya no vuelve, lo que sentimos como traído por una brisa suave de repente...todo lo que cruza las infinitas causas en el momento y el lugar que damos en ocupar en un momento dado. Y de esa forma, vamos muriendo y renaciendo en nosotros, unidos por la ilusión de la identidad y el recuerdo, deseando ilusiones pasadas o adoptando otras nuevas. En la Comedia Humana de Todos los Días.

Todo cambia, sí, todo permanece bajo la ilusión de su manto que nos está vedado ignorar. Cada decepción y cada alegría remota, cada remordimiento y cada orgullo siguen haciendo su trabajo incansable como el arroyuelo de la montaña en las laderas orgullosas, que parecen perennes y al final se desploman. Ese es nuestro camino, buscar, encontrar, perder, volver de nuevo. La noche trae ventisca y lluvia fina, mientras el silencio extiende nubes, luces y música callada hacia un alba remota que contemplará nuevos rostros.  

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Miseria del psicologismo. 06 de diciembre.

El otro día estuve viendo un documental trambólico, Creating Christ. La idea era más o menos que Jesucristo fue una creación del servicio secreto romano para sofocar a los judíos rebeldes y que el pueblo hiciera más caso al emperador. En fin. Risas mil. 

Los renuentes a la aceptación de la complejidad suelen recurrir al psicologismo, la creencia en una voluntad directora que destierra matices. Es tentador, claro. Cuando uno se enfrenta a una voluntad malvada, eleva cualquier valle y aplana cualquier montaña de su paisaje moral o intelectual. Para que recurrir a una trama de múltiples factores combinados cuando se puede simplificar. Buena o mala, parece que deber haber un ánimo superior que lo explica todo en términos sencillos. En fin, todo se simplifica cuando se aplica sobre cualquier realidad la violencia. 

Vivimos una era que se aburre en su confort inmenso y trata de encontrar cualquier solución a ese aburrimiento. Se crean contenidos (a menudo, una simple espiral opinativa o entretenedora que multiplica aún más la mediocridad) de forma constante y así se ofrece la realidad que el consumidor es más proclive a aceptar. La oferta es infinita. La mayor censura, la más eficaz, no ha sido callar a algunos o a muchos o a casi todos; la mejor censura ha sido ofrecer púlpitos y altavoz a todos. Sin mucha pose hay que constatarlo, claro. Como decían mis abuelos, a quien tiene cama y duerme en el suelo no hay que hacerle duelo. La sociedad del espectáculo degrada lo que conforta y ensalza lo que encadena porque debe ser su propio fin en sí misma, sin nada más allá, repitiéndose incesante.

El problema es que el aburrimiento suele desembocar en crueldad, una de las formas más baratas de excitación. Vean Calle Mayor y contemplen la miseria humana. Cierto, es una época de la historia española especialmente miserable. Pero aún así, refleja el peligro. Me temo que los contenidos de la aldea global no difieren mucho: tribalismo y espíritu gregario, una guerra constante. Y una afición rentable por la propia naturaleza binaria del público que solicitan: individuos de clase media acomodados, perpetúan el orden a la vez que lo degradan, con menos consecuencias personales para ellos que para otros. Con un revolucionario es posible una pugna con respeto. Con una víctima de la moda revolucionaria no puede ser. El desencanto se impone sobre la negación.

El viento ruge afuera y briznas de lluvia tratan de limpiarnos los ojos, antes de volver a la casa, a la cocina y a la cama, a seguir consumiendo la basura que necesitamos para avanzar, quizá, la cantidad de mentira que nos administramos antes de cerrar los ojos. Leo una cita de Kafka, supongo que auténtica, en cualquier caso incisiva y vibrante:

"No cedas; no bajes el tono, no trates de hacer lo lógico, no edites tu alma de acuerdo a la moda. Mejor, sigue sin piedad tus obsesiones más intensas"

Que así nos sea.